miércoles, agosto 31, 2005

La vuelta al cole...

Sí, después de tres semanas desaparecida, después de no dedicar ni unos tristes minutos a hacer un post medio decente de despedida antes de las vacaciones, por fin he vuelto!
Ya vuelvo a estar por aquí, ni que decir que las vacaciones me han sentado de maravilla, me han hecho desconectar, me han ayudado a pensar y me han servido para aclararme un poco sobre lo que quiero que sea mi vida a partir de ahora (o al menos para hacer un boceto). También me han permitido conocer físicamente a gente importante para mí, pero eso es tema para un post solito así que no entraré en detalles. Lo peor de las vacaciones ha sido el regreso, cada día tengo más claro que la proporción entre horas trabajadas y vacaciones disfrutadas no es ni justa ni equitativa.
Prometo poner algunas de las mejores fotos del viaje (eso sí, nada escandaloso, que no es plan de provocar ;)), pero ahora me es imposible, así que tendreis que esperar.
Por ahora sólo me apetecía dejar constancia de este regreso, de este contacto con la realidad cotidiana y avisar que me guardo en el tintero los movimientos que estoy haciendo en diversas facetas de mi vida (entre ellos se incluye un posible traslado...).

lunes, agosto 08, 2005

Desconexión.

Aunque ya es oficial que estoy de vacansis y me quedan tres semanas por delante para disfrutar y desconectar de todo es poco probable que postee, a no ser que sea el post oficial de despedida, así que voy a aprovechar estos días para desconectar, hacer lo que me apetezca y lo que salga...

Quería enseñaros esta foto porque me encanta, la hice yo, y pretendía buscar un ángulo diferente, como estoy ahora, buscando el ángulo diferente de lo que me rodea, de mí y de yo.
Como no me quiero poner filosofica creo que me voy a hacer un bocata y me voy a ir a comermelo a la playa, si alguien se apunta ya sabe como localizarme (yo llevo el coche), y a los demás a un beso y hasta pronto.

miércoles, agosto 03, 2005

El batir de las alas.

Un comerciante de la India viajó a África para adquirir mercancías y animales de la zona, y mientras estaba en la selva pudo contemplar miles de hermosas cotorras de vivos colores. Admirado, decidió capturar una y llevársela a su país como animal de compañía.
Una vez en casa la puso en una jaula. La alimentaba con semillas y miel, le ponía música y en general la trataba bastante bien. Al cabo de dos años tuvo que volver a África y le preguntó a la cotorra si tenía algún mensaje para sus compañeras. El ave le dijo que les contara que era muy feliz en su jaula, que disfrutaba de cada día y que les enviaba su amor.
En África el viajante transmitió el mensaje a las otras cotorras. Cuando acabó, una cotorra con lágrimas en los ojos cayó al suelo, muerta. El hombre se alarmó y pensó que debía haber sido muy amiga de la que él tenía en casa, y aquella habría sido la razón de su tristeza y muerte.
De regreso al hogar, el viajante contó a su cotorra lo sucedido. Nada más oírlo, ésta se desplomó sobre el suelo de la jaula. El hombre, confuso, creyó que había muerto de desesperación por la noticia, así que abrió la jaula y se la llevó al jardín para enterrarla. Pero al instante la cotorra voló hacia la rama de un árbol.
-¿Así que no estabas muerta? ¿Por qué lo has hecho? -dijo el hombre.
- Porque el ave de la selva me envió un mensaje importante.
- ¿Qué mensaje? -preguntó él.
- Me enseñó que si quería escaparme de la jaula tenía que morir estando viva.
CUENTO DE LA INDIA

lunes, agosto 01, 2005

Lluvia

Mientras estructuraba mentalmente un post sobre el pasado finde, la cuenta atrás que se incia ante las vacaciones o los próximos preparativos, un trueno ha logrado sacarme del trance mental y me ha hecho abrir los ojos y contemplar la lluvia. Así que ahora estoy sentada viendo como llueve y escuchando los truenos que anuncian la tormenta, lástima que no pueda disfrutarlo desde casa, con una música agradable. Siempre me ha encantado la sensación de ver llover desde cubierto, cuando estas sentado frente a la ventana y observas las gotas de agua que salpican el cristal y hacen esas burbujitas en el suelo, sólo comparable a sentarme una noche a contemplar el cielo, la luna y las estrellas. Esta lluvia vendrá bien, ayudará a limpiar el ambiente, pero también limpiará mis pensamientos. Lástima de no tener la camara de fotos para hacerle una foto al cielo, todas las tonalidades grises, las gotas de agua, las lágrimas del cielo que la tierra recibe con alegría...