Me enamora....

Porque sí que la vida es un ratico y hay que disfrutarlo ;)

Educación.

No es que haya perdido la dinamita como sospecha mi wapis ;), sólo que llevo una temporada más reflexiva (por definirla de algún modo), sí que he tenido mis bajones pero ya los tengo recuperados, también he tenido mis momento insoportables pero ya vuelvo a ser la misma de siempre.

Este post no pretende ser más que una manera de sacar ese pensamiento que va rondando por ahí y quiero quitármelo de encima. Yo siempre he dicho que cuesta muy poco hacer las cosas bien y quedar bien, supongo que muchas veces yo misma caeré en ese error, pero es que pienso que cuesta tan poco ser medianamente educado, medianamente sincero y medianamente claro. Creo que no cuesta tanto decir lo que pensamos y pedir lo que necesitamos, no cuesta tanto contestar a un saludo o responder un mail. Cada vez más me decepciona la mala educación que nos rodea....

Ya tá :)

Y ahora que ya he encontrado donde había dejado aparcado el coche ya podemos seguir hablando, gracias por respetar el silencio, lo necesitaba para concentrarme y recordar el lugar exacto ;-p

Ssssssssssssssssssssssshh!

Silencio...

A veces.

A veces cuando no pasa nada es cuando más cosas pasan, es algo parecido a lo que pasa cuando no dices nada y, en cambio, es cuando más cosas estás diciendo.
A veces me sorprende ver como cuando los que están acostumbrados a que seas una persona paciente y que siempre escucha a los demás, el día que realmente les dices lo que piensas se extrañen y no lo sepan asimilar.
A veces necesitas estar abajo para poder empezar a subir, aunque tú no seas consciente de hasta donde has bajado y cuanto has conseguido remontar.
A veces no hacer nada ya es una manera de hacer algo y es que no es bueno forzar las situaciones en ningún sentido.
A veces la intuición suele fallar, pero yo todavía no me he encontrado con ese fallo, así que le seguiré haciendo caso.
A veces es bueno detenerse a contemplar las cosas enormemente pequeñas que nos llenan y nos dibujan una sonrisa.

A veces hay que pararse a levantar la vista, allí arriba están el sol y la luna, y las estrellas, y... ;)

Yo.

Una mirada vacía, una expresión neutra, una boca apretada y un gesto tenso. Voy caminando sin saber a dónde voy ni qué es lo que realmente quiero, tengo miedo de conseguir lo que deseo porque pienso que va a volver a fallar. Voy encontrándome por el camino con los cachitos de mi propia vida.
Unos ojos expresivos, una boca sonriente y un gesto alegre. Voy recorriendo el camino que empieza justo donde están mis pies, sé lo que quiero en cada momento y no dudo de que lo lograré, solo es cuestión de ir recomponiendo esos cachitos que me ayudan a formar el todo.
Unos momentos la primera y otros la segunda, así soy yo, y ya no sé si echarle la culpa a la medicación como excusa fácil o autoconvencerme con alguna teoría sacada de libros de autoayuda para pensar que la primera parte no está ahí, que es un mal reflejo de la segunda.

Alguien me dice que es normal porque me han roto la vida y todavía no he logrado recomponerla, me niego a creerle y a golpes de sonrisa me empeño en demostrar que no es cierto. Tal vez la tozudez sea el problema, a veces va bien tomarse un descanso para poder seguir, otras veces me apetece que el descanso me tome a mí. Creo que necesito una brújula, una linterna de las potentes y unas buenas botas...

Tengo miedo....

Noto una presencia junto a mi cama, abro los ojos y está ahí, las sombras le tapan la cara por lo que no puedo distinguirla claramente, aun así consigo distinguir su sonrisa y unos ojos que me miran fijamente, todo dura una milésima de segundo, el tiempo que tarda de salir un grito de mi boca y conseguir que me despierte sentada en la cama encendiendo la luz para comprobar que no hay nadie más en mi cuarto. Es la segunda vez que me pasa, la primera quería gritar pero no podía, esta vez he conseguido gritar, aun así la sensación de pánico ha sido la misma en los dos casos.

Facilísimo.

El otro día me dijeron algo así como: “Yo siempre digo que la vida hay que hacerla fácil, pero qué difícil es hacerla fácil!”.
Y no es porque me guste llevar la contraria, pero no estoy de acuerdo con esa frase, y es que, al menos últimamente, yo soy de las que piensa que la vida es fácil, somos nosotros los que con nuestros miedos, inseguridades, conflictos internos y demás tonterías terminamos complicándola más de la cuenta :)

No estamos solos.

Alegría.

Hoy es uno de esos días en los que me he levantado echando de menos un abrazo. Para no caer en el victimismo me he puesto a pensar en todas las cosas por las que podría dar gracias, y me he dado cuenta que a pesar de todo el balance es muy positivo, así que me he vestido con la mejor de mis sonrisas para este nuevo día :)