jueves, agosto 19, 2010

Desnuda.

Hace mucho tiempo que no me desnudo, con eso quiero decir que no me quito las capas de coraza que llevo encima, aunque tengo que reconocer que últimamente su número ha disminuido. Y no, no es que me haya vuelto fácil de desnudar es sencillamente que hoy me apetece hacer una visita a mi interior, algo que tengo un poco olvidado y hasta desordenado últimamente. Por eso precisamente pienso que no me vendrá mal una visita de reconocimiento. Especialmente ahora que empiezo (o que debería) estar un poco asentada. Precisamente hoy que mañana viene mi jefe de vacaciones y nos tenemos que sentar a hablar sobre mi futuro inmediato. Concretamente hoy porque hace mucho que no lo hago y sencillamente hoy porque me apetece, o tal vez, porque lo necesito.
Últimamente se me han removido mis pilares básicos. Y cuando digo últimamente no me refiero a los últimos dos días, sino tal vez a la última temporada de mi vida. Más bien ha sido un cambiarlo todo por un nosé, un no tener esos puntos de apoyo que yo daba por sentados, el encontrar puntos donde ni imaginaba que los había, el dudar de otros, el desconfiar hasta de mi sombra, el confiar ciegamente en mí por primera vez en mucho tiempo,... No sé, la verdad es que el cambio es algo que necesitaba, ha sido como cuando sacas todos los trapos del armario para verlos desde fuera y luego empiezas a seleccionar con cuales te quedas y cuales decides dejar a un lado por si otra persona puede aprovecharlo. Tal vez esa sea la sensación que me domina hoy. Aunque pueda sonar melodramático hoy me han hecho darme cuenta de los papeles que me han hecho asumir desde mi infancia y como ahora que soy (o al menos se me supone) una persona madura estoy averiguando cuales son los mios y cuales no me pertenecen. Es como si todavía no hubiera encontrado mi silla, esa de la que ni me falta altura ni me cuelgan las piernas cuando me siento en ella, esa que realmente me haga decir "esta es la mía". Aunque sé que me puede costar, la verdad es que estoy buscandola y en el fondo la siento más cerca que hace medio año. Tal vez sea sólo la inseguridad de no saber qué pasará en esta semana cuando hable con mi jefe, pero lo que sí es cierto es que yo ya tengo mi decisión tomada y voy a luchar por conseguirla. Tal vez no sea mi silla definitiva, pero es en la que me empiezo a sentir cómoda. Y un gran camino empieza por un pequeño paso ;)