martes, noviembre 29, 2005

Con mucha calma

Con mucha calma es como debo tomarme las cosas a partir de ahora, al menos de momento pero en poco tiempo espero volver a recuperar mi ritmo aunque no los nervios ni el estres.
Gracias a los que habeis estado ahí animándome, escuchándome y apoyándome, vosotros ya sabeis quién sois así que un abrazo y un beso muy fuerte para cada uno de vosotros ;).
Ahora, con vuestro permiso y como voy a tardar en tener conexión regular a internet me permito contestar a vuestros coments en este post así que os diré que el libro genial ;), la fiesta (en bolas ya!) queda pendiente hasta que esté medio decente el piso y mi respiración pueda asumir tanto naturismo pero os tomo la palabra así que Shakti y Dani, luego no vale echarse para atrás!
Por lo demás deciros que siento haberos asustado de ese modo, pero tras pasarme una semanita con un todo incluido sin pulsera en el hospital de Sabadell he aprendido lo que es un pneumotorax de manual y que el dolor en el pecho y el ahogo eran algo más que nervios así a partir de ahora lo tendré en cuenta. Mi ritmo de recuperación es bastante bueno y no quedarán secuelas ni nada parecido, solo ha sido un susto.
Espero volver a tener pronto conexión para actualizar más a menudo y pasarme por vuestros blogs, cosa que echo de menos. Pero si quereis contactar conmigo ya sabeis donde localizarme.
Un beso y hasta pronto

jueves, noviembre 17, 2005

Cerrado por colapso

Pues eso, que durante unos cinco días este blog permanecerá cerrado por ingreso hospitalario.
A la vuelta contaré.

Nota: Quien escribió esto anoche no es Puri, pero ella está bien y volverá pronto.

martes, noviembre 15, 2005

Firmas (II)

Un gesto tan simple como firmar puede implicar muchas más cosas de las que imaginamos. Hoy he firmado un papel y esa firma ha significado el inicio de una etapa. La página en blanco que hay que llenar, el capítulo que empieza.
Esta vez ha sido diferente, el ambiente era distendido, he recibido consejos sobre como administrarme a partir de ahora y ciertos consejos para estar más cómoda en mi futura vivienda. Y es que aunque ya he firmado hoy los papeles y oficialmente soy propietaria, hasta el sábado no tendré las llaves. Eso sí, entraré pintando de colores alegres esta nueva página en blanco mientras espero que llegue el momento de la tercera firma ;)
(Y hoy no voy vestida de negro)

lunes, noviembre 14, 2005

Criatura.

Domingo por la tarde, un compromiso de esos que vienen acompañados de un dilema. Por un lado sabes que debes ir aunque si lo haces te sentirás mal porque son personas que han formado parte de tu vida pero ahora tu vida no sigue su ritmo, estás a otro nivel y te sentirás una especie rara. Por otro lado sabes que si no vas te estás apartando y les estás haciendo pagar a ellos algo de lo que no tienen la más mínima culpa. Finalmente decido ir. Es un cumpleaños infantil donde los adultos igualaban en número a los niños.
Lo mejor de todo, cuando consigo aislarme del mundo adulto y me voy al cuarto donde juegan los niños, al final uno de los enanos de seis años se empeña en hacer lucha libre conmigo, suerte que el suelo está recubierto de un puzzle-abecedario y me arrepiento de no llevar tejanos. Un rato después terminamos luchando a ver quién tira a quién al suelo, y claro, yo soy la mayor así que juego con ventaja, pero al final creo que ellos se aprovechan de que me dejo ganar fácilmente y acabo haciendo más ejercicio que por la mañana en el gimnasio.
Después de todo no ha estado tan mal como yo me esperaba, me lo pasé como una criatura más, si es que en el fondo…. ;)

jueves, noviembre 10, 2005

En la montaña (I)

Desde siempre su abuelo había sido la persona más especial que existía en el mundo, incluso más que su padre. Con él había compartido grandes momentos y los más divertidos de su corta vida, tal vez por eso al oir el sonido tan característico no pudo evitar acordarse de él y girarse ilusionado pensando que se lo encontraría, pero esta vez no fue así, el reloj de cadena que se cerraba pertenecía a un completo desconocido. La desilusión se dibujo en su joven cara y no pudo más que echar de menos a su abuelo, le pareció toda una eternidad la última decada sin él. Nunca supo nada más de él, un buen día desaparició y todo lo referente a él pasó a ser un misterio, ni su propia familia le permitía hablar del tema ni nadie le decía nada, incluso desaparecieron todas las fotos de su abuelo, es como si se hubieran empeñado en borrar una existencia que para él había sido tan importante. Pero no lograron eliminar la foto que él conservaba y mostraba a un niño con una cara sonriente junto a un adulto con un reloj de cadena en la mano y sonriendo frente a la casita de montaña. Una casita que ahora pertenecía a un pueblo abandonado en medio de las montañas.
Tal vez el recuerdo sonoro en el parque del reloj y la aparición casi casual de la fotografía entre las páginas de un libro que volvía a leer le hicieron pensar que ahora ya era mayor para poder averiguar qué es lo que había pasado con su abuelo, porque no había muerto, al menos él no había ido a ningún funeral y no había sido como cuando murió su abuela, así que empujado por su rebeldía juvenil se propuso aprovechar la cena para indagar sobre la cuestión.
Fue un momento muy tenso, todos sentados en la mesa y sólo unas palabras preguntando por su abuelo consiguieron que su abuela se pusiera a rezar en voz alta, que su madre se fuera a la cocina casi llorando, que su hermano bajara la vista y que su padre enrojeciera y gritara como un poseso. Ante tal situación decidió no preguntar nada más, pero en su habitación más tarde guardó un par de mudas limpias en una mochila antes de acostarse.
A la mañana siguiente salió temprano sin despertar a nadie, nadie sabía nada, nadie quería decirle nada, por eso mismo él iba a averiguarlo, así que se puso en marcha y cuando consideró que era una hora prudencial para llamar habló con su madre para decirle que no se preocupara, que estaría fuera unos días con un amigo y que posiblemente no la llamaría porque no tendría cobertura en el móvil. Así que siguió escuchando la vieja canción que tanto le gustaba mientras conducia hacia un sitio que casi había olvidado y que no pisaba desde hacia diez años, cuando él todavía era practicamente un mocoso...

miércoles, noviembre 09, 2005

Firma (I)

Un gesto tan simple como firmar puede implicar muchas más cosas de las que imaginamos. Hoy voy a firmar un papel y esa firma significará el cierre de una etapa. La página que paso y el capítulo que se termina. La decada que ha finalizado.
Voy vestida para la ocasión, la camiseta negra refleja el dolor interior aunque esta elección no ha sido premeditada conscientemente.
Hoy me apetecía vestir de negro para acompañar a este dia gris y lluvioso.

lunes, noviembre 07, 2005

Llamadas.

Llamada 1:
(Por la mañana al reconocer ese estado llamo a F para no marcar el número erróneo que no debo).
Me mete bronca (aunque cariñosa, bronca al fin y al cabo) por dejarme vencer por las circunstancias ocasionales, me dice que no debo identificarme con los problemas de los demás que no me corresponden. Tras un rato de charla me obliga a volver a recuperar mis manualidades, mis aficiones. Con él no me vale la excusa “es que lo tengo todo en cajas y no sé donde está nada”. Al final no es más duro conmigo de la cuenta y terminamos hablando de jardinería.
Llamada 2:
(Voy a Ikea a mirar unas cosas pero el agobio me puede y termino la visita en unos veinte minutos. Me voy a la playa donde llorando hago una llamada a J).
Después de hacerme sacar todo lo que llevo dentro consigue que me sienta bien, a la que intento desviar el tema de la conversación a sus asuntos me hace monopolizar la conversación, pero al final después de un buen rato hablando me siento mucho mejor y terminamos con unas risas y una propuesta firme que de momento queda en el aire. Consigo darle envidia por estar en la playa y aunque no sigo su consejo de regalarme algo (cosa que haré, palabra), cuando llego a casa me hago unos crêpes de chocolate. ;)
Llamada 3:
(Esta vez estoy en casa y suena el móvil, al descolgar es S para ver qué tal todo, hace días que no hablamos)
Logra escarbar en el caparazón y llegar a la fibra sensible, esta vez no me vengo abajo pero el tono de la conversación está entre la aprobación de mi actitud y la bronca por bajar la guardia en ciertos momentos y ver las cosas con los ojos entrecerrados. Le confieso que a pesar del bajón momentáneo la sensación de vacío ha desaparecido, ha sido sustituida por otra emoción, pero sé que esa pasará en un par de días.

miércoles, noviembre 02, 2005

Cuenta atrás.

Este mes de noviembre para mí va a ser el mes de la cuenta atrás: me quedan quince días para firmar el piso, unos diez días más para que me lo den definitivamente, un mes para cambiar el trabajo, unos diez días para un finde cerca de Alcañiz, tal vez algunos más para otro finde en Zaragoza (esto está muy en el aire todavía), poco menos de un mes para el cuarto cambio de vivienda en los últimos cinco meses y unos quince días para quedarme con un saldo de poco menos de cien euros en el banco a mediados de mes (y teniendo que comprar un montón de cosas)...
Y es que cuando me pongo a hacer algo, me pongo en serio, es decir, no podría querer sólo cambiar de vivienda, no, ya que me pongo pues cambio también el trabajo y encima me voy a Barcelona. Se me acaba venir andando al trabajo, se me acaba ir a pedir un café y encontrarme con cinco chocolatinas acompañandolo, se me acaba hacer sociedad con los vecinos,... son muchas cosas que se acaban, pero sé que otras empezarán y en un tiempo ni me acordaré de éstas.
El otro día me asaltaba la duda de si realmente las cosas cambian porque nosotros nos empezamos a mover o somos nosotros los que al movernos terminamos provocando esos cambios. En mi caso no lo sé, pero lo cierto es que ha habido algunas cosas que se han movido y me han hecho saltar de la silla y otras que se han movido al empezar a moverme yo. Este mismo trabajo es el que hace menos de un año después de todo dije que no me iba porque me daba pereza hacer los traslados y volver a coger el coche otra vez, en cambio, a la que empecé a buscar otro trabajo me llamaron y ahora me apetece irme allí (porque me he pasado todo el año pensando que me equivoqué al no aceptarlo en su momento) así que cuando me volvieron a llamar y tras estudiar la oferta no me lo pensé y ahora la decisión ya está tomada.
Pero mi duda sigue: ¿nos movemos nosotros y provocamos el cambio en lo que nos rodea o realmente se mueve nuestro entorno y es ese cambio el que nos hace movernos?