Hoy en el día de los inocentes me apetece (con permiso de su autor) reproducir un cuento que en su día me hizo soltar alguna que otra lagrimilla.
"Hace tiempo compartí aventuras con una ladrona, pícara, persona de espíritu libre o como la quieras llamar.
Era de complexión atlética, en todas las peleas de taberna siempre me refugiaba detrás de ella. Y al tiempo que se cuidaba para mantenerse, tenía un odio visceral a los matasanos.
Un día, mientras salíamos por patas de una casa, que entráramos por la ventana fue una equivocación sin importancia y el que nos vieran mientras llevaba un candelabro de plata un descuido de nada, bien, mientras salíamos de la casa, amablemente indicada la salida por flechas, una de ellas se le clavó en el costado a mi compañera, ella todo instinto se la arrancó, se apretó un trapo y seguimos corriendo.
Cuando había pasado todo el barullo, le apliqué unas curas, pero le dije que se lo tenía que ver un sanador. Ella se negó en rotundo. Tras mucho discutir, quedamos que si le dolía mucho la llevaría a un curador. Y ella prometió que así sería si le dolía mucho.
Los siguientes cuatro días, como el lector supondrá, huimos por patas de la ciudad y de la provincia. Cada día veía que le costaba más respirar y que ya no era ella quien marcaba el paso, cada noche le preguntaba si le dolía mucho y la llevaba a un sanador, y ella decía que le dolía un poquito, pero que lo típico.
Al quinto día se derrumbó, la respiración entrecortada, supuraba la herida y la frente ardiendo como una chimenea en un día de Invierno.
Tan mal estaba que no se quejó cuando la llevé, como pude que uno no estaba para cargar muchos pesos, hasta el templo del dios de la curación que había en el lugar. El sacerdote cuando la vio dijo que llegaba por los pelos que un par de días más y la perdíamos que los dolores debían ser brutales y que no sabía cómo había aguantado tanto sin quejarse.
Resultado, por su cabezonería, ella se pegó una semana en una cama recibiendo cuidados de matasanos, y yo albergado en el templo recibiendo doctrina teológica.Nunca me pude recuperar de ello.
Así que...Dios nos libre de los valientes....
Por supuesto, ella se curó sin complicaciones, y me sirve para cada vez que la veo recordárselo."
Creo que después de todo he aprendido la lección. Gracias ;)