Con los cinco sentidos.

El otro día consulté a mi acupuntor si necesitaba algún tipo de mantenimiento de mi tratamiento y su respuesta me sorprendió bastante: "Tú lo que necesitas es ser feliz! Así que encargate de eso y si tienes cualquier problema me llamas y ya tratamos de forma puntual"
Y a mi me dejó bastante sorprendida con su respuesta, aunque en el fondo la entiendo, así que aquí estoy yo, haciendole caso y recuperando esas pequeñas cosas que siempre me han llenado. Una de esas cosillas que tenía olvidadas eran mis duchas especiales. No, no se trata de nada erótico ni de malpensar, que ya nos conocemos. Más bien se trata de una ducha de esas en las que no hay prisa por salir y me encargo de disfrutarla con los cinco sentidos. Para ello primero lleno, literalmente, todo el baño de velas, así que dejo la luz apagada, uso los geles especiales (exfoliante de eucalipto, gel biológico de aceite y limón, y el aceite corporal especial, hoy ha tocado el de argán) y me dedico todo el tiempo del mundo para mi. Estoy aprendiendo que si no me cuido yo no lo va a hacer nadie por mi y realmente, cuando no tengo nadie que me cuide es cuando más me cuido yo. Porque como decía aquel anuncio ¡Porque yo lo valgo!! ;)

Al agua pato!!

Y después de superar parte de mis miedos aquí estoy yo haciendo algo que realmente me gusta y disfruto como una enana. Aunque en un principio iba a ir sola, al final cuando muestras tus colores los de tu tribu aparecen y la prueba está aquí, la del minuto dos que se mete al agua y parece casi una profesional soy yo! ;)

Satélites

Hace poco leí una frase que me gustó, la frase decía algo así como que a veces hay que renunciar a algo bueno para tener algo mejor. Sin proponermelo y sin buscarlo creo que algo así me ha pasado. Llevaba mucho tiempo echando de menos una serie de cosas, cosas de esas que no tienen la menor importancia y que para cualquier persona pueden pasar desapercibidas pero que para mí eran importantes. Y ya lo dicen, que si proyectas bien acabas atrayendo eso que realmente quieres.

El otro día escuché hablar sobre "la teoría de los satélites", si no la entendí mal esa teoría dice que cada persona (chica) tenemos una serie de satélites girando en torno nuestro, la teoría continuaba pero cómo lo hacía es lo de menos. Lo que a mí realmente me hizo pensar es el hecho de que me di cuenta de que mi error ha sido siempre intentar aferrarme a esos satélites, en lugar de sólo dejar que me subieran la moral (porque no nos engañemos, es para lo que sirven los satélites, para subir la moral y como mucho para pasar un buen rato), bueno, pues a lo que iba, que mi problema ha sido que me he querido aferrar a esos satélites en lugar de dejar que pulularan por ahí y que fueran ellos solitos los que cansados se fueran a buscar otra luna sobre la que orbitar. Lo bueno es que cada vez me doy cuenta antes de si el satélite es auténtico o no, y para qué engañarnos, la última vez tardé sólo cinco meses, teniendo en cuenta que con el primero tardé diez años voy progresando de un modo satisfactorio, como dicen las notas de la escuela.
Estoy cansada de satélites, no quiero más, quiero gente con la que poder compartir cosas, disfrutar de aficiones, charlas interesantes, risas y si hace falta, hasta llantos, porque al final lo que queda es lo que compartimos con cada persona. Y estoy cansada de que me digan lo que se supone que quiero oir pero con la única finalidad de llevarme a la cama, no quiero más gente controladora, ni absorvente, ni manipuladora. A partir de ahora tengo claro que no quiero satélites de ningún tipo, sencillamente quiero gente que me aporte y que me haga crecer un poquito más cada día para hacerme más pequeña ;)