martes, agosto 14, 2007

Charlatanes.

Es curioso pero cada vez desconfío más de las personas que abusan de la palabrería, me recuerdan a esos personajes que aparecían en las películas y que no paraban de charlar para liar a sus víctimas, sí, a los charlatanes. Supongo que ha sido herencia de mi ex, pero no me fío de las palabritas suaves ni dulces, pienso que siempre detrás va a venir la puñalada en la espalda.
No es que siempre vaya a ser así, pero la verdad es que en la mayoría de veces sí que ha sido de ese modo, desafortunadamente. Al final he adoptado la actitud de dejar un tiempo de margen para que el propio charlatán se muestre tal cual es y más o menos es lo que ha terminado pasando.Por eso, más que escuchar las palabras lo que hago es fijarme en los gestos y las acciones y si hay algo que no me cuadra automáticamente desconfío. No sé si es fruto de la edad que me estoy volviendo más desconfiada o a qué se debe, pero sí que tengo claro que me quedo con las acciones antes que con las palabras.

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