sábado, septiembre 06, 2008

Mañana...

"No te preocupes por el mañana,
porque el mañana traerá sus propias preocupaciones.
A cada día le bastan sus quebraderos de cabeza"
(Mt. 32-34)

viernes, septiembre 05, 2008

De cuencos y canicas, u otra fumada mental....

Con el tiempo he conseguido pulir una serie de cosas pero hay otras que se me resisten y no hay forma. Una de esas cosas es el hecho de darle más vueltas de las necesarias a según qué cosas. Ayer fue uno de esos días en los que no puedes parar la mente quieta ni un instante... y en pleno agobio, cuando estaba hablando por teléfono y explicando todo mi agobio, de repente me empecé a reír. Me había imaginado mi cabeza como un gran cuenco redondo y vacío en el que una neuronilla, visualizada como un ciclista de pista con casco y todo el equipo necesario para tener menos fricción, iba dando vueltas y más vueltas por la parte interior del cuenco, cada vez más y más rápida, y como el cuenco está completamente vacío la velocidad provocaba un zumbido que yo conseguía oír claramente y cada vez más fuerte. Claro está, que ante esta visualización de mi propia cabeza no pude evitar el reírme un buen rato.
Ya sé que acabo de confirmar que cada vez se me va más la pinza, pero al menos conseguí reírme un rato y logré romper la cadena mental ;)

martes, septiembre 02, 2008

Septiembre cambiante o cerrando ciclos.

Dicen que septiembre es el mes de los cambios, el mes de las buenas intenciones y los buenos propósitos, el mes en el que realmente empezamos ciclo, ya que es cuando volvemos de nuevo al trabajo, estudios y actividades varias que podamos realizar después del periodo de vacaciones en el que, supuestamente, hemos recargado pilas y energía.
Este mes de septiembre para mí ha empezado antes del día uno, con cambios inesperados. Cambios que por otro lado mi brujilla personal ya me los había avisado aunque yo me negaba a creerlos, al menos no esperaba que fueran justo al llegar de las vacaciones ya que los vientos de cambio laboral que ya sospechaba desde hace tiempo por fin han soplado, me han pillado desprevenida ya que yo los esperaba para fin de año, pero al menos traen, como se dice de los niños, un pan bajo el brazo.
Aunque sé que alguno de vosotros no está de acuerdo con mi pensamiento, yo cada vez tengo más claro que todo en esta vida pasa por algo, aunque en el momento del vacío no sepamos o no podamos verle el motivo, pero al final siempre es cuestión de tiempo para que las cosas vuelvan a su sitio. Cuando hace casi tres años empecé a trabajar en esta empresa justo salía del divorcio, me estaba peleando con la enfermedad y bueno, tenía la sensación esa tan fuerte de correr sin saber hacia donde ir ni qué es lo que realmente estaba buscando. Hoy casi tres años más tarde casi tengo la nulidad eclesiástica, tengo la enfermedad estable y controlada y aunque tal vez no sepa hacia donde voy sí que sé hacia donde no quiero ir. Creo que estos tres años me han servido para cerrar definitivamente el ciclo y pasar página de varios temas pendientes.
Además del tema del trabajo, el mes de septiembre va a ser un mes de limpieza, ya que también va a cambiar el tema de relaciones. A estas alturas no me apetece tener cerca a gente que no me aporta nada y no estoy dispuesta a mantener relaciones superficiales que no me llenan. Es como la limpieza de ropa del armario, que sigo sin hacer, a ver si la semana que esté entre cambio de trabajo aprovecho y por fin la hago, pero tengo la clara necesidad de que necesito desprenderme del lastre que voy acumulando y es que aunque yo siempre soy de dar un voto de confianza a la gente, si me decepcionan pongo distancia y en estas vacaciones al ver las cosas desde fuera se ve más claro como es cada persona.
Por otro lado y para completar los cambios, tal vez el más destacable (aunque no es el más importante) es el cambio a nivel estético, en estas vacaciones me han enseñado cómo maquillarme (sí, a estas alturas todavía no sabía hacerlo correctamente) y es algo a lo que le estoy sacando provecho, además, ayer me fui de compras y, cosa rara en mí, me compré dos vestidos... Tal vez empiece a hacer caso a todas aquellas personas que me han dicho que me lo tengo que creer más que ya es hora de que me lo crea.
En definitiva, septiembre va a ser un mes de cambios, no sólo laborales, también personales y ya se sabe que los cambios siempre suelen ser para bien ;)