¿Sería capaz...?

Hay un tema de conversación que ha salido últimamente varias veces con personas totalmente diferentes y claro, como yo soy así de inquieta pues me quedo dándole vueltas y tratando de llegar a algún punto. El tema es que si realmente miramos en nuestro interior seremos capaces de ver lo que de verdad queremos y una vez visto deberíamos ser capaces de librarnos de las ataduras que tenemos para conseguirlo. Yo pienso que está muy bien, que es muy bonito decirlo pero hay demasiadas ataduras que nos hemos impuesto que nos impiden actuar en consecuencia a nuestros deseos. Yo por ejemplo, sé realmente lo que quiero, pero pienso que es muy difícil de conseguir, igual es porque me he acomodado demasiado o porque tengo miedo a herir a personas que quiero, o tal vez porque no soy capaz de enfrentarme a todo y de ir contracorriente, o tal vez porque no estoy tan segura de que lo que realmente quiero llegara a funcionar como modo de vida.
Tal vez un primer paso que sí que hago es ir haciendo cosas que me hagan sentir bien, y eso es algo que cada día intento, sea contracorriente o no, tal vez haya empezado a moverme para conseguir eso que realmente quiero.

Ocho años.

Hoy he hablado con alguien que conozco desde hace ocho años y con quien no hablaba desde hace unos cuatro aproximadamente. Una de las frases que más se me han quedado ha sido cuando me ha dicho cómo ha cambiado mi vida en estos ocho años. Estoy totalmente de acuerdo con él, la verdad es que mirando para atrás no consigo reconocer a la Puri de hace ocho años en la Puri de hoy y eso es algo que me hace sentir bien :)

Sin norte...

Es curioso, cuando la mayoría de mis amigas de más o menos mi edad están casadas, con niños o a la espera de ellos, yo vuelvo a estar soltera y sin ningún planteamiento de los anteriores.
Es más, cuando se supone que debería preocuparme de mi estabilidad me empiezo a plantear si no estaré perdiendo mi norte ya que mi próximo planteamiento es volverme a escapar a hacer surf. Esta vez me voy sola, aunque ya tengo el viaje planificado totalmente. Por primera vez, aunque el gusanillo está ahí, no me importa el irme sola, sé que o lo hago así o no lo haré y la verdad, prefiero hacerlo sola a quedarme en el sofá arrepentida de no haberme ido.
¿Voy contracorriente? ¿O estoy perdiendo mi norte? ¿O tal vez sólo estoy perdiendo el norte que establece la sociedad para una persona de mi edad?

Crisis de valores.

En estos días en los que las noticias sólo hablan de la crisis económica creo que se están dejando la crisis más importante que nos afecta: la crisis de valores.
El otro día hablando con una amiga sobre una tercera me cuenta que se siente sóla y aunque no es el caso que siente que no tiene a nadie, no puedo evitar el recordar la de veces que yo me siento así. Soy consciente de que no estoy sola, que tengo gente y que cada uno tenemos nuestra vida y muchas veces coordinarnos es complicado, o al menos cuesta quedar del modo que tal vez nos gustaría. Pero yo también a veces me siento como un granito de arena, sola entre una multitud.
Ayer quedo con un amigo a cenar que ha empezado hace relativamente poco una relación y me cuenta como se siente, no puedo evitar el verle identificado con personas con las que yo me he cruzado o hasta conmigo misma en algun momento. Me doy cuenta que nos cuesta expresar o ya hasta demostrar simplemente lo que sentimos, nos cuesta demasiado abandonar la seguridad que nos da nuestra coraza donde guardamos nuestros sentimientos, emociones y hasta nos metemos nosotros mismos para estar totalmente protegidos, sin darnos cuenta que también nos estamos aislando de lo que nos rodea y que nos estamos perdiendo muchas cosas que sí que valen la pena.