Esencia.

He decidido que me gustaría tener en mis manos el poder de transformar las emociones en esencias. Lo he estado pensando y creo que todo sería mucho más fácil si consiguiéramos tener en casa frasquitos llenos de esencias de buen rollo, de alegría, de energía, pero no hay que olvidar que también tendríamos los malos rollos, el mal genio, las envidias, el egoísmo. El sistema tengo que terminar de idearlo pero el secreto estaría en los frascos contenedores que serían capaces de absorbernos las malas emociones y de cargarnos con las buenas. Así el día que todo es negro y no hay ni una pizca de sol se solucionaría abriendo el frasco del pesimismo para vaciarnos de él y a continuación nos cargaríamos con una dosis de optimismo, esperanza, alegría y buen humor.
Ya sé que se puede lograr lo mismo con control mental pero este sistema sería más cómodo que controlar nuestras neuronillas, porque al menos las mías van por libre y de propio hacen lo que les apetece. Así que si a alguien se le ocurre como patentar y crear el sistema que me avise que mientras voy a seguir trabajando ;-)