Me pregunto hasta qué punto estoy de acuerdo con esa teoría, yo soy de las que piensa que hay que ir con la verdad por delante, lo único que hay que saber tratarla y saber a quién va dirigida y como tal no escudarse en la verdad para herir los sentimientos de los demás. Por ejemplo, me pregunto qué acto de protección tiene la mentira en un amigo que lleva cuatro relaciones paralelas con cuatro chicas diferentes (y según sus palabras una de ellas es la mujer de su vida). Si yo fuera una de las implicadas preferiría saber la situación para poder actuar a partir de ahí, pero no querría vivir en la ignorancia de la situación.
Si me dan a elegir, prefiero que me digan la verdad por mucho que me pueda costar aceptarla, que al menos sabré sobre qué terreno me estoy moviendo y ya me espabilaré para saber cómo actuar. Reconozco que la mentira en un primer momento te puede servir de colchón para mitigar un posible dolor, pero a la larga ese colchón es el que te impide reaccionar y levantarte con la fuerza necesaria para enfrentarte a la situación.