Hoy..

Hoy ha sido un día con una tarde bastante dura. Dura porque me ha tocado estar junto a alguien a quien se le ha muerto la madre, y he tenido el don de la oportunidad de llegar justo en el momento en que se lo acababan de comunicar.
Después del trabajo no me apetecía volver a casa, me apetecía conducir, me apetecía ver el mar, así que he aprovechado y justo al salir me he ido a dar un paseo por la playa. Un paseo cortito pero lo justo y necesario para sentir el mar, respirarlo, notarlo y hasta incluso hablar con él.
Se me han removido muchas cosas, me he acordado de mi padre, de lo mucho que lo llego a echar de menos, de mi madre, que no quiero perderla, aunque sé que también pasará, pero espero que tarde, también me he acordado de la gente que ya no está, de los que han pasado y de los que pasaran tal vez, de mí, de mis momentos, de tantas cosas y tal vez de ninguna en concreto y yo sólo quería un abrazo...

Prejuicios.

El otro día cené con una persona a la que yo, la “fantástica, esplendida, maravillosa y humilde” no le hubiera dado ni la oportunidad de compartir un café. Una serie de prejuicios me habían hecho pensar que era una persona que no me podría aportar mucha cosa, pues gran error.

Esa noche no sólo cené un kebab, sino que además lo acompañé de mis prejuicios y de mi orgullo, ya que descubrí a una persona muy diferente de la que yo me esperaba, me sorprendió gratamente y eso me gustó, además de bajarme los pies a la tierra de nuevo, que a veces se me van un poco por encima y me olvido que levitar no es bueno....

Mil manos....

La danza de las mil manos, ejecutada por 21 bailarinas, todas ellas sordo-mudas, una extraordinaria proeza que se realiza solamente por las señales de los entrenadores. Debutaron en Atenas, Grecia el año pasado, se han presentado en 40 paises y pertenecen al repertorio de arte para incapacitados de la China.