Estas vacaciones han sido muy diferentes a cualquiera de las que he podido realizar a lo largo de toda mi vida. Este año me decidí a apuntarme a una surfcamp en Cantabria, tengo que confesar que me costó al principio, me parecía un poco arriesgado el irme totalmente sola a un sitio en el que no conocía a nadie y donde iba a estar todo el día rodeada de gente, pero la verdad es que ese miedo quedó superado nada más llegar allí. Creo que estuve sola (además del viaje) tal vez la primera hora, el resto del tiempo he estado siempre con gente y haciendo cosas con una gente encantadora y a la que he terminado cogiendo cariño. Hecho que me ha costado una pequeña depre post vacacional con la que todavía me estoy peleando, pero de eso no es de lo que quiero escribir.
Mi objetivo es dejar por escrito la evolución de mi relación con el surf. Tengo que decir que es un deporte que desde hace unos años, tal vez más de cuatro, me había cautivado y me atraía sentarme a ver cómo lo practicaban, tal vez en aquella época yo había llegado a una conclusión sobre la filosofía de ese deporte que ahora me he dado cuenta de que no era del todo correcta, pero en esos momentos a mí me ayudaba el ver cómo alguien sabía que se iba a caer y aun así luchaba por no caerse y aunque se cayera se volvía a levantar para volverlo a intentar.
Este año he hecho una semana de clases de cuatro horas diarias, en un principio mi físico no me permitía aguantar el ritmo, pero al final de la semana aguantaba las clases completas aunque fuera a un nivel más bajo que el resto. Esta semana ha sido bastante intensa en cuanto a aprendizaje, y no me refiero sólo a las nociones teóricas (y prácticas) del surf, ha sido como si alguien me hubiera dado una buena colleja para que reaccione. Además de haber adaptado una filosofía del surf (que otro día escribiré porque me ha encantado!) me he dado cuenta de que aunque tengo alguna limitación física por mis pulmones, mi principal limitación soy yo misma con mis miedos. Frases como “tienes que crecerte con la ola”, o “es algo que todos sentimos pero no eres consciente de lo que estás sintiendo”, o “cuando viajas sólo nunca estás solo”, o “darlo todo” entre otras, son frases que sacadas del contexto no dicen mucho, pero a mí se me han quedado y me ha encantado.
Esta semana he disfrutado como una enana, he podido con el cansancio, me he reído, he conocido a gente interesante y lo más importante de todo, aunque haya sido casi al final pero he conseguido ponerme de pie sobre la tabla! Otra vez más, he conseguido lo que me había propuesto.
Y sí, me ha enganchado, me ha enganchado hasta el punto de que ya tengo un neopreno y he encontrado a gente que aunque llevan mucho más tiempo que yo en ese mundo me dejaran una tabla y me avisarán para que me vaya con ellos a practicar. Es un mundo que a pesar de conocerlo poco, más que gustarme me está enganchando ;)
p.d.: ya sé que el título está mal escrito y también sé que queda pendiente colgar alguna foto interesante ;)
3 comentarios:
Wapis me estoy planteando escaparme el verano q viene a hacerlo. :D
Espero esas fotos para acabarme de convencer :D
Wapis, si vas yo me apunto contigo!! ;)
Pues eso lo hablamos pal veraniki q viene ;)
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