"Las decisiones que estás tomando hoy determinarán tu felicidad actual y también la de dentro de unos años. Son las decisiones, y no las condiciones de nuestras vidas, las que configuran nuestro destino más que ninguna otra cosa".
Tomar una decisión implica comprometerse con el resultado que queremos obtener, implica eliminar las otras alternativas previas, implica pasar a la acción.
Es curioso como nos movemos por la vida con el piloto automático sin pararnos a pensar en la mayoría de decisiones que tomamos en nuestro día a día. Y nos olvidamos hasta de la primera de todas, decidir con qué actitud vamos a enfrentar el nuevo día, después de esta vendrán otras, que serán tan rutinarias como el ochenta por ciento de nuestras actividades diarias.
Se trata de pasar a la proactividad para ser conscientes de las decisiones que tomamos, tomar la iniciativa para decidir qué reacción vamos a tener frente a nuestras decisiones. Nosotros decidiremos que reacción tendremos frente a esa decisión que si nos atrevemos a cambiar, nos va a llevar a nuevas situaciones. Uno de los miedos más grandes que tenemos es el de equivocarnos a la hora de tomar decisiones, nos dejamos condicionar por el rechazo y el miedo al fracaso. Pero realmente, equivocarse no es tan malo, muchas veces implica descubrir un nuevo camino o sencillamente acumular experiencia.
Si sólo fuésemos capaces de quitar el piloto automático una vez al día, para tomar una decisión diferente a las habituales, significaría que en unos tres meses, habríamos tomado noventa decisiones diferentes a las habituales!¿Te imaginas cómo podría llegar a cambiar tu vida con solo cambiar esa decisión diaria? Y es que los únicos responsables de nuestra vida somos nosotros mismos, y pienso que vale la pena el intento de vivirla al máximo ;)