viernes, enero 18, 2008

Inspira y expira.

Separa las piernas hasta la anchura de tus hombros aproximadamente... Cierra los ojos... Flexiona las rodillas para que no estén tensas... Deja que el cuerpo acompañe la respiración con un suave balanceo, al inspirar vas hacia delante flexionando un poco más y al expirar te dejas crecer... Cuando encuentres el punto en el que estás bien, te imaginas que tus pies son como las raíces de un árbol que crecen por la tierra y tú eres una continuación, de su fuerza, de su energía....Sigue concentrándote en tu respiración y ahora deja que fluya lentamente sin forzarla...
Así empezó mi primera sesión de chi-kung con la profe de yoga, la verdad es que eso de “jugar” con la energía ha dado sus frutos, no sé hasta que punto es psicológico o autosugestión pero aunque no voy a decir que haya notado una mejoría a nivel pulmonar que era el objetivo final, sí que he notado relajación a nivel mental, es como si se hubieran movido (más) las energías, la necesidad de hacer limpieza de trastos viejos, deshacerme de los lastres acumulados, y a todo eso ha seguido una semana de no parar a nivel social, curiosa coincidencia pero me ha gustado.
Aunque no creais mucho en ello, es una experiencia totalmente recomendable, la sensación de notar cómo controlas tu energía y cómo la puedes dirigir es indescriptible, así que probarlo si podéis ;)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lástima que en la Costa de la Sombra (Costa del Sol era antes de la que la especulación inmobiliaria dejara a los rayos del rey astro campar a sus anchas) no haya lugares para hacer chi-kun. Por lo que cuentas, es la panacea del interiorismo personal, del encuentro espiritual con Dios, del conocimiento personal extremo. En el pueblo tenemos nuestras alternativas. Tenemos lugares santos como "el campo los viejos", "el campo de golf" y "el camino de la Alqueria" (y no tenemos más porque el ayuntamiento los cerro o valló, que pal caso es lo mismo). En ellos llevamos a cabo el ñi-kug ñi-kug. Es largo de explicar pero tambien se separan las piernas, se respira fuerte o jadea, al expirar lo dejas crecer, y cuando encuentras el punto...¡hai, cuando encuentras ese punto!,etc. El resultado es igualmente espiritual y satisfactorio. Al contrario que en el chi-kung lo malo de "jugar" con la energía es precisamente que de sus frutos (en este caso el resto de tus años de existencia se complica un poco). No me alargo. Cuando quieras practicar cuenta conmigo.

Puri dijo...

Maria Magdalena, te noto puesta en los temas de conocimiento personal, ya sabes que yo practicaría contigo encantada tanto el chi-kung como la variante esa que haceis en tu pueblo, el ñi-kug, lo que no tengo muy claro es si el ritmo de práctica sería superior al de actualización de tu blog o al de nuestras llamadas telefonicas ;-p y por otro lado, una pena que todavía no me haya pasado al rollo lésbico (ya sabes que lo respeto pero hacerlo con una chica como que todavía no);)
Un besazo borinot!