miércoles, junio 04, 2008

Tristeza.

"La tristeza puede darte muchas cosas que la felicidad no puede. De hecho, la felicidad te quita mucho. Te quita todo lo que siempre has tenido, lo que siempre has sido. ¡La felicidad te destruye! La tristeza nutre tu ego y la felicidad es básicamente un estado de ausencia del ego.
Ése es el problema, el verdadero meollo del asunto. Es por eso por lo que la gente encuentra muy difícil ser feliz. Es por eso por lo que millones de personas en el mundo han decidido vivir en la tristeza. Te da un ego muy, muy cristalizado. Miserable, eres. Feliz, no eres. En la tristeza hay cristalización; en la felicidad te vuelves difuso. Si se entiende esto, las cosas se vuelven muy claras.
Las tristeza te vuelve especial. La felicidad es un fenómeno universal, no tiene nada de especial. Los árboles son felices y las bestias son felices y los pájaros son felices. Toda la existencia es feliz excepto el hombre. Al estar triste, el hombre se vuelve muy especial, extraordinario.
La tristeza te permite atraer la atención de la gente. Siempre que estás triste tienes atención, te tratan amablemente, te quieren. Todos empiezan a cuidarte. ¿Quién quiere lastimar a una persona desdichada? ¿Quién quiere estar en contra de una persona desdichada? Sería demasiado vil.
La persona triste es cuidada, querida, atendida. Se invierte mucho en la tristeza. Si la esposa no está triste, el esposo simplemente tiende a olvidarla. Si lo está, el esposo no puede darse ese lujo. Si el esposo es desdichado, toda la familia (la esposa, los niños) está a su alrededor, preocupada por él; eso reconforta mucho. Uno siente que no está solo, que tiene familia, amigos.
Cuando estás enfermo, deprimido y triste, tus amigos van a visitarte, a reconfortarte y a consolarte. Cuando eres feliz, esos mismos amigos sienten celos de ti. Cuando realmente seas feliz, encontrarás que todo el mundo está en tu contra.
A nadie le gusta una persona feliz, pues hiere el ego de los demás. Los demás empiezan a sentir: “Te has vuelto feliz y nosotros seguimos arrastrándonos en la oscuridad, la desolación y el infierno. ¡Cómo te atreves a ser feliz cuando todos nosotros estamos con este dolor!”.
Por supuesto, el mundo está compuesto por gente desdichada y nadie es lo suficientemente valiente para dejar que el mundo se ponga en su contra; es demasiado peligroso y arriesgado. Es mejor colgarte de la tristeza que te mantiene siendo parte de la multitud. Sé feliz y verás un individuo; si eres desdichado serás parte de la multitud: hinduista, mahometana, cristiana, india, árabe, japonesa.
¿Feliz? ¿Sabes lo que es la felicidad? ¿Es hinduista, cristiana, mahometana? La felicidad es simplemente felicidad. Uno es trasportado a otro mundo donde deja de ser parte del mundo que ha creado la mente humana, del pasado, de la terrible historia. Uno deja de ser parte del tiempo por completo. Cuando realmente eres feliz, extático, el tiempo y el espacio desaparecen. (...)
Cuando eres realmente feliz empiezas a adentrarte en lo trascendental. No es social, no es tradicional, no tiene nada que ver con la mente humana.
Simplemente observa tu infelicidad, mírala y serás capaz de encontrar las razones de que exista. Entonces observa los momentos en los que de vez en cuando te permites el gozo de estar alegre y ve qué diferencias hay. Te darás cuenta de que cuando estás triste eres un conformista. La sociedad te ama, la gente te respeta, incluso puedes llegar a convertirte en un santo, pues los santos están tristes. La tristeza la llevan profundamente escrita en el rostro, en la mirada. Como son desdichados, están en contra de toda alegría. Condenan toda alegría como hedonismo, toda posibilidad de alegría como pecado. Están desolados y les gustaría ver a todo el mundo igual. De hecho, sólo en un mundo miserable pueden ser considerados santos. En un mundo feliz tendrían que ser hospitalizados como enfermos mentales. Son patológicos.(...)
Observa tu tristeza y encontrarás que hay ciertas cosas fundamentales. Primera: te hace respetable. La gente se muestra más amable hacia ti, más simpática. Tendrás más amigos si estás triste. Es un mundo muy extraño, hay algo básico que está mal. No debería ser así; una persona feliz debería tener más amigos. Pero vuélvete feliz y la gente sentirá celos de ti, ya no serán amables. Esto es porque se sienten traicionados; tienes algo que ellos no pueden conseguir. ¿Por qué eres feliz? Entonces, a través de las diferentes épocas de la historia hemos aprendido un mecanismo sutil: reprimir la felicidad y expresar la tristeza. Se ha convertido en nuestra segunda naturaleza.
Debes deshacerte de ese mecanismo. Aprende a ser feliz y a respetar a la gente feliz, aprende a prestar más atención a la gente feliz, recuérdalo. Éste es un gran servicio a la humanidad. No seas demasiado amable con la gente que está triste. Si alguien lo está, ayúdalo, pero no seas demasiado amable. No le des la idea de que la infelicidad es valiosa. Déjale muy claro que lo ayudas pero no por respeto, sino simplemente porque está triste. No estás haciendo nada sino tratar de sacar a un hombre de su tristeza, pues la tristeza es desagradable. Permite que la persona sienta que la desolación es así, que estar desolado no es algo virtuoso, que no le está haciendo un gran servicio a la humanidad.
Sé feliz,
respeta la felicidad y ayuda a la gente a entender que la felicidad es la meta de la vida. (...)"

Tónico para el alma. Osho.

2 comentarios:

susej dijo...

"Hay carcajadas que te hacen cerrar los ojos" decía Luis García Montero. Me ha recordado a leerte y me ha recordado el siguiente artículo, léelo aunque sea un extracto.
http://extraimaginariums.blogspot.com/2008/06/la-melancola-y-la-infelicidad-como.html

Tiene frases para hacer pensar.

Puri dijo...

Susej, tienes razón, hay algunas frases para pensar ;)
Gracias