Hay muchos tipos de besos: el apasionado, el amistoso, el baboso (puags!), el intenso, el travieso (jejeje) , el que muerde, el beso triste, el enamorado, el cariñoso, y así podría seguir enumerando una larga lista de tipos de besos, pero tengo que decir que el que más me descoloca a mí es el beso robado.
Ese momento en el que estás pensando o hablando de otras cosas y de repente sientes unos labios en los tuyos, ese breve momento que dura el roce labial provoca un torbellino de emociones que se apretujan por salir o por quedarse escondidas, es un momento tan breve que hasta la mente se queda en blanco, incapaz de reaccionar ni de dar ninguna orden al resto del cuerpo y tal vez, cuando reaccionas y te das cuenta de que lo que realmente te apetece es corresponder a ese beso, los labios ya no están ahí, se han separado y te quedas con la duda de si realmente ha pasado o ha sido sólo fruto de tu imaginación provocado por el deseo de que sucediera…
Si no nos complicaramos tanto con las cosas sencillas podríamos disfrutar más de ellas...
lunes, febrero 23, 2009
Besos.
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