Otra vez más he vuelto a hacerlo, he dejado que la impaciencia me lleve a complicar lo sencillo, por suerte esta vez me he dado cuenta antes del despegue inicial.
Es curioso, yo que creo que estoy bastante equilibrada, cuando es tema emocional dejo que la impaciencia me pueda y me olvido de equilibrios, de ritmos y de todo, y entonces me dejo transportar en una espiral que mezcla la ilusión con los miedos y termino uno o dos días revolcada en el barro mirándome el ombligo y llorando como una magdalena hasta que el detonante más insignificante me hace reaccionar. En este caso el detonante ha sido una mezcla de la visita a la brujilla (cariñosamente, que la verdad es que todavía no ha desplegado el abanico, bueno, ni yo tengo ganas de que lo haga) pues eso, que el detonante fue una mezcla entre la conversación con ella y la clase de tai chi de ayer donde la energía se recolocó nuevamente como debía.
Un par de conversaciones con personas que me conocen y una conversación final con la otra persona implicada termino de colocar cada cosa en su sitio, todo ha quedado reducido a un simple mal entendido que al menos por mi parte, está aclarado y me siento orgullosa de haber llegado a la conclusión a la que llegué sin haberme enganchado ni pillado los dedos.
Al final sé que aprenderé ;)
Si no nos complicaramos tanto con las cosas sencillas podríamos disfrutar más de ellas...
viernes, febrero 27, 2009
Complicando lo sencillo.
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2 comentarios:
Eres un sol!
Un abrazote ;)
Gracias niño, tu también lo eres ;)
Un besazo
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