Es curioso pero viendo las fotos de esta semana en el paraíso me doy cuenta de un pequeño detalle. No importa la expresión de la cara, la mirada es algo que no podemos disfrazar ni camuflar ni tan solo intentar engañar.
Observo una foto que tengo con Lady en la que ya llevamos unos cubatas encimas y las caras muestran unas sonrisas que se puede ver hasta el empaste de la última muela, a pesar de eso amplio hasta que en la pantalla sólo se pueden ver sus ojos y ahí está, esa mirada triste, esa mirada cansada de luchar con la vida, esa mirada que muestra realmente lo más profundo de su ser. Ése que intentamos descubrir en el cursillo de la secta que hizo que nos conociéramos.
Me doy cuenta que es una persona que ha conseguido (casi) todo lo que se ha propuesto en la vida, aunque en el momento en que lo pienso no soy consciente del precio que ha tenido que pagar, tal vez un precio más alto del que ella se esperaba, por eso la tristeza que se refleja en su mirada. Y la verdad, es que no sé hasta que punto me identifico con ella o me veo reflejada, o sencillamente, no tenemos absolutamente nada que ver la una con la otra…
2 comentarios:
Wapis los golpetazos que nos da la vida al final se reflejan en nuestra expresión. Pero seguro que las alegrias que nos esperan equilibrarán esos ojos tristes :D
Gracias Wapis, eso espero, que finalmente la vida le sonria plenamente ;)
Publicar un comentario