Este finde ha sido muy intenso a nivel de emociones y sensaciones. Lo que en principio era una visita al hermano de mi padre de una tarde se convirtió en un finde casi completo y un reencuentro con mis primos a los que hacía más de quince años que no veía.
Pero lo que más ha removido ha sido el estar con mi tio, ya que físicamente es como mi padre, pequeñas diferencias como el color de los ojos, pero es la misma expresión de cara, el mismo físico, la misma forma de hablar de moverse, de preguntarme, es como si este finde hubiera estado con mi padre otra vez. Eso me ha gustado mucho pero también ha dolido un poco, ha dolido porque he sido consciente de lo que he perdido y no puedo recuperar.
A pesar del reencuentro con una parte de la familia no he hecho ninguna foto. Lo bueno es que he jugado como una niña con niños encantadores: los niños de mi primo, uno de seis y el otro de cuatro años. Y a pesar de que me habían avisado que el mayor era el más "aspero" tardé en ganarmelo lo que duró una partida de la Wii.
Y lo que no llevo tan bien es el hecho de que todo el mundo da por supuesto que yo me voy a quedar aquí en el sur, que voy a recuperar mis raíces y si no lo dan por supuesto entonces me intentan convencer para que me quede. Es una sensación extraña porque de un lado en el tiempo que llevo aquí sí que estoy mejor, en todos los sentidos, pero por otro soy consciente de que aquí tengo lo mismo que allí, es decir, nada. Mi tío me dijo el otro día que la familia es uno mismo y está donde esté uno. Estoy de acuerdo con él. Falta ver si consigo hacerme yo misma en estos tres meses que voy a estar aquí y en julio ya decidiré qué hago con mi vida, aunque algo me dice que la decisión va a estar tomada tiempo antes aunque no quiera reconocerla.
La segunda parte de los reencuentros del finde fue ayer por la tarde en Trebujena, asistí a otro concierto de Mario San Miguel, volví a disfrutar como una enana, conocí a gente verdaderamente maja y encantadora, conocí a su pareja y me encantó, es como él, son tal para cual. Hablé de surf, hablé de música, hablé de emociones, de dejarse llevar y de como ser un poquito más uno mismo aunque cueste y de como hay que seguir creciendo aunque sea un poquito más cada vez.
3 comentarios:
Buenas wapis,
no sé porqué pero creo que dentro de un tiempo recordarás todo esta estancia en el Sur como una de las etapas que recordarás con más orgullos y más alegría de toda tu vida ;)
Ya me lo dirás :P
Hola Puri,
Creo que en definitiva las coincidencias no existen, llegué aquí por una tipo historieta que tienes de una flor deprimida, me hizo reír.
Te leo y siento que en mucho es como leerme a mí, claro que somos diferentes, pero noto y siento que nuestras búsquedas son muy parecidas y esa forma de expresarnos con las letras, al menos yo, cuando escribo me libero mucho, escribir sana el alma.
Te dejo un abrazo luminoso desde México,
Jana.
jeje wapis ya te contaré smuakssssss
Jana, un placer leerte, si no recuerdo mal, la historia de la margarita hace mucho tiempo que la colgué. Es curioso como personas tan diferentes a nosotros pueden hacernos sentir como si fueramos nosotros mismos los que escribimos porque sentimos lo mismo, tal vez no seamos tan diferentes como nos pensamos, en el fondo todos somos humanos y tenemos nuestras sensaciones y emociones ;)
Un abrazo
Publicar un comentario