jueves, julio 14, 2005

Experiencia.

Ayer llamo a una oferta de trabajo, es en Barcelona pero ya tengo asumido que me tendré que ir a trabajar allí, hablo con el chico y tras percartarse de que estudiamos juntos se sincera y me dice que buscan a alguien con menos experiencia, básicamente porque el sueldo que le pueden ofrecer es inferior al que yo estoy cobrando ahora, no obstante que le deje un par de días para que se lo estudie o me informe de si algun amigo suyo necesita a una óptica de mi experiencia. Tras esa conversación las dudas empiezan a agolparse en mi mente: ahora te va a costar mucho encontrar algo porque tienes un sueldo medianamente decente, sabados por la tarde libres, un sabado completo al mes, etc... así que tras la primera llamada el desánimo vuelve a instalarse por unos momentos, pero intento no dejarle mucho tiempo para acomodarse y rápidamente pienso que si no encontrara nada de momento sigo donde estoy aunque me tenga que desplazar más, porque pedir el paro no me atrae demasiado la idea de tener todo el día libre (al menos ahora, en otras circunstancias no diría que no) así que me preparo para actualizar mi currículum. Para hacerlo tengo que ponerme a buscar los títulitos y diplomas que tengo, y ver qué puede salir de todo eso.
Intento no pensarlo mucho, así que por la noche cuando se me presenta la oportunidad de cenar con un amigo no la rechazo, es curioso como perdemos el contacto con la gente y más adelante la volvemos a encontrar, pero en el fondo somos dos personas totalmente distintas. Empezamos a hablar y nos damos cuenta que hay buena comunicación, hablamos y hablamos, de cosas sin importancia, de otras cosas más importantes, se sincera sobre temas que yo ya sabía (esa intuición femenina) del mismo modo que yo me sincero con él sobre temas que él ya había deducido (esa mente observadora) y seguimos hablando pero se nos hace tarde y al día siguiente hay que madrugar así que dejamos pendiente para otro día una cena en mi piso. Después de hablar llegamos a la conclusión que está bien eso de "irse abriendo a otros mundos", pero tiene un inconveniente ya que una vez que lo haces no hay marcha atrás y te das cuenta que puede cambiar tu concepto sobre ciertas personas. Pierdes puntos de unión con personas han sido muy importantes para ti y que no podias ni sospechar ese distanciamiento.
Igual es madurez o igual es tontería pero me estoy dando cuenta que me gustan las conversaciones que tengo con las personas que tienen ese concepto de apertura, tal vez porque yo lo estoy intentando (o consiguiendo) pero me dejan buen sabor de boca. Me hacen sentir bien y consiguen hacerme recordar el antiguo propósito personal de querer ser una persona que consigue dejar a los demás con una buena sensación tras hablar con ella. Hoy sé que a pesar de todo estoy un poquito más cerca de conseguirlo ;)

2 comentarios:

Troy dijo...

Tengo un ordenador bastante cabrón... y nunca me dejaba acceder desde tu comment en Dereklite a tu blog... Pero lo he conseguido a través de Nepomuk!

(Ahora te visitaré de vez en cuando!)

Puri dijo...

Bienvenido Troy!
Puedes pasar siempre que quieras, estás en tu casa.
Un beso y hasta pronto!