Esta mañana mientras me auto realizaba los primeros auxilios por un pequeño incidente que me pasó ayer (nada grave es que la sangre es muy escandalosa y suerte que no me da por marearme) supongo que el incidente ha provocado alguna grieta en mi caparazón y me ha dado por pensar (uy que raro si tengo la neuronilla en crisis vacacional de tanto trabajo) y me he acordado de algunas conversaciones recientes. Yo siempre he sido una persona que ha necesitado tenerlo todo bajo control, me explico, casi necesitaba saber el martes qué iba a hacer el finde, siempre tenerlo todo bajo control y bien planificado, no dejar nada al azar o a la improvisación. Pues bien, no sé cómo pero he pasado de esta manía a una tranquilidad asombrosa que se puede confundir con pasotismo o indiferencia (cosa que no es). En el fondo después de mucho tiempo de leer sin entender la fábula india de "El batir de las alas" (los que no la conozcais y la querais me la podeis pedir ;)) por fin logro entenderla, y ahora sé que eso mismo que explica es lo que yo sin ser consciente estoy haciendo, por eso sé que no es indiferencia lo que yo tengo, sino que en el fondo estoy soltando lastre para poder avanzar.
Me he dado cuenta que no me preocupa no saber qué voy a hacer el próximo finde ni que voy a hacer en la semana esa de vacaciones que no coincido con nadie, porque en el fondo sé que me saldrá algo y sino es así, pues improvisaré. Es como me decían ayer, vivo el hoy sin adelantar acontecimientos de mañana. Agradezco la gente que tengo cerca ahora y que son importantes para mí, pero no me aferro a ellas como lo podía hacer un año atrás, porque sé que mientras están aquí compartiendo una parte del camino conmigo estoy aprendiendo de cada una de ellas, tal vez en un futuro no muy lejano nuestros caminos sigan rumbos diferentes y perderé esas personas, pero en el fondo siempre vendrán conmigo y agradeceré haberlas conocido y haber aprendido.
Mi Wapis decía que igual está madurando, puede que yo esté como él, puede ser que las circunstancias me estén obligando a enfrentarme a esas cosas que siempre me han dado miedo en la vida: la soledad, el dejarme llevar y en el fondo tomar mis decisiones para asumir las riendas de mi propia vida para ser la única responsable de todo lo que me pase. Tal vez esto sea madurar. Y aunque reconozco mis bajones anímicos también es verdad que cada vez creo controlarlos mejor. Cada vez me siento más cerca de la sensación que me decía Shakti de tirarse a la piscina sin saber si habrá agua o no pero saber que no te harás daño.
Bueno, el proximo post no será tan neuronal, es que estoy en la crisis pre-vacacional bloguera ;)
5 comentarios:
Hola wapis,
creo que en el fondo todo el mundo debe estar igual que nosotros con esos miedos.
Pero lo que sí que va bien es sentir que no eres el único que se siente así. Es como cuando vas al médico que tienes miedo de no saber que tiene pero luego al diagnosticarte ya te quedas más tranquilo pq eso ya sabes q lo tiene mas gente.
Es cierto todo lo que dices: hay q dejarse llevar, improvisar y no aferrarse a la gente (eso toy intentando poco a poco).
WAPIS LO CONSEGUIREMOS
Por algo somos wapis, no? ;)
Un abrazo
Muchas gracias wapa!
Aprovecha esas improvisaciones que al final vale la pena ;)
Disfruta la vacaciones y a ver si haces una escapadita para aquí.
Un besazo.
¿Qué te voy a decir que no sepas ya? Que es realmente difícil dejarse llevar, pero el que se enfrenta a sí mismo es el verdadero héroe. Y si vence, ya ni te cuento!! ;-))
Lo sé Shakti y a veces dudo de ser capaz de vencerme a mi misma. Lo que me ayuda es ver que al menos no soy la única, que no estoy sola en esto, que hay más gente como yo, y eso ayuda bastante (y no es lo de mal de mucho consuelo de tontos, tal vez es mal de mucho consuelo de todos). Un besito bien fuerte.
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