Adaptación.

Aunque últimamente estoy más centrada que hace unos meses noto que todavía me falta camino por recorrer, sé que tengo que adaptarme a la nueva situación para que no me afecten detalles como el no ser capaz de hacer más de la cuarta parte de lo que hacía en el gim hace unos meses y terminar hasta con décimas de fiebre por el agotamiento, sé que tampoco tengo que dejar que me afecte cuando personas que saben lo que hay me aconsejan que tomando un suplemento vitamínico no me sentiría tan cansada y luego al intentar explicarlo una vez más vuelvo a ser consciente de todo.
El cuerpo me pide descanso y sé que tengo que oírlo ya que él solito se encarga de dejarme sin poder hacer nada cuando me paso de la cuenta (aunque lo que hago pueda parecer de lo más normal a cualquier persona) pero una parte de la mente se niega a quedarse sentadita y piensa que si cambia el planteamiento por “tengo que volver a ponerme en forma” tal vez todo lo demás se minimice, tal vez todo sea una cuestión de adaptación...