Espacio exterior.

Poder subir a bordo de la BKRN-HRT74 fue una experiencia curiosa y diferente. Al principio la tripulación se mostraba un poco reacia y puede que algo distante, no sé si mi retraso tuvo algo que ver en la actitud pero lo cierto es que se notaba cierta timidez inicial. La primera impresión fue una mezcla entre tener las defensas altas y estar a la expectativa. Menos mal que se quedó en una primera sensación, porque pronto la conversación pasó a ser más relajada y a compartir impresiones y experiencias cotidianas, creo recordar hasta alguna confesión.
Por suerte no hizo falta la consigna que se había acordado previamente para interrumpir cualquier contacto, ya se verá si hay más o no.