Paseo por el paraíso.

Me encanta sentirte cerca porque me siento protegida, sé que no me has abandonado por eso disfruto tanto cuando te siento ahí. El último regalo ha sido un paseo por el paraíso, un lugar realmente encantador. No recuerdo dónde empezamos a caminar, pero sí recuerdo pasar por encima del puente que atravesaba el lago, un lago que se unía con el mar, recuerdo las tonalidades intensas de azul y los contrastes de las dos temperaturas, recuerdo el bosque lleno de luz y el canto de los pájaros, recuerdo la luz del sol y recuerdo la sensación de bienestar, ni frío ni calor, solo me sentía contenta porque tu ibas a mi lado. Sé que estábamos hablando, aun así, no recuerdo la conversación pero sí que me acuerdo de tu mirada, la echaba demasiado de menos, como a ti. Sólo espero volver a sentirte pronto...

Intensamente.

En un mercado medieval del centro de la ciudad me comentó una mujer que leía el porvenir en la palma de la mano que yo había vivido una vida muy intensa. Es una frase sin mucha importancia pero que me hizo pensar que en el fondo tal vez tenía más razón de la que yo quería reconocer.

No pude evitar reconocer que he estado en cuatro continentes, he descubierto lugares encantadores y que muy pocas personas conocen, he conocido a un montón de personas enriquecedoras, he sufrido pérdidas de las que marcan, me han diagnosticado una enfermedad rara degenerativa y a pesar de todo eso todavía no tengo los treinta y dos años.

Creo que mirándolo desde ese punto de vista y abriendo los ojos a lo que tengo alrededor sí que he vivido intensamente, he aprovechado cada año que ha pasado y lo he exprimido al máximo. Por eso no me avergüenzo de cumplir años ni me siento triste ni apenada por celebrarlo una vez más y por eso precisamente ya estoy empezando a preparar la celebración del próximo mes. Todavía quedan demasiadas cosas por descubrir y exprimir y muchos años para vivirlos intensamente ;)

Garantía.

Antes de que me caducara la garantía de la operación, antes del primer mes, decidí ponerla a prueba a ver hasta que punto era resistente, así que este finde aprovechando la visita de Lady desde Zaragoza he hecho una prueba intensiva que la operación ha resistido perfectamente bien. Además, he conseguido desvincular el salir de fiesta al posterior neumotorax. La verdad es que echaba de menos a Lady, las conversaciones surrealistas de las dos bajo los efectos del alcohol y el echarnos unas risas por cualquier tontería :)

Irreconocible.

Irreconocible, así es como estoy yo últimamente. La verdad es que llevo unos días que parece que desayune cafeína directa a vena por las mañanas, me paso todo el día más activa de lo normal. Me he puesto al día de las labores de casa, he recogido cosas, me he deshecho de otras, hasta he ordenado un montón de cosas pendientes en el trabajo.

Me cuesta identificar qué es lo que estoy negando con tanta actividad, pero lo cierto es que a pesar de ella, no me encuentro cansada, lo que últimamente en mí es un logro inmenso. Creo que tal vez se deba al hecho de que “para poder tener muebles nuevos primero hay que deshacerse de los viejos”, me parece que estoy cerrando ciclo, liquidando cosas, y es que queda sobre un mes para mi cumpleaños...

Realidad.

"La realidad es como tu quieras verla"

Oráculo

Pleurodesis

El cuarto neumotórax (con drenaje) siguió la regla de uno al mes, así que el 20 de abril ingresaba de nuevo en el hospital, pero esta vez fue diferente, ya que a pesar del drenaje y la aspiración a los dos días se me volvió a repetir, por eso los médicos decidieron que lo mejor era realizar una dolorosa operación que consiste en irritar la pleura mediante cristales de talco para que se enganche al pulmón y de este modo evitar repeticiones de neumotórax, esto se conoce como pleurodesis y la verdad es que es mucho más dolorosa de lo que yo me esperaba…
La semana en el hospital ha sido bastante intensiva, por definirla de algún modo, empezando por las conversaciones de quirófano o que mi compañera de habitación tenía mi misma enfermedad y justo le habían trasplantado un pulmón después de estar dos años con oxígeno todo el día. Ha supuesto enfrentarme a miedos y darme cuenta también de la gente que ha estado ahí, reencontrar a gente de la que hacía mucho tiempo no sabía nada y recuperar a parte de la familia (a la que no se ha perdido ya casi definitivamente).
Ahora espero que la racha negra que arrastraba desde que empezó el año termine pronto, y es que en teoría con la operación ahora debería tardar en volver al hospital, así que empezaré a buscar fecha para celebrar la cena que tengo pendiente a todos aquellos que han estado ahí porque ya he salido, ¿alguna sugerencia? ;)