Al final ha llegado a su fin, al final la decisión ha sido mia y bueno, ahora ando pasando el duelo, porque una cosa es ver las cosas desde fuera donde todo el mundo tiene claro que no me convenía y que no estaba a la altura y otra diferente es estar dentro y sentir que echas de menos una serie de cosas.
Así que llevo unos días de bajoncillo, aunque lo peor llegará el finde, sé que tengo que pasar el duelo y aunque duela sé que no tengo que dejar que afecte más de lo estrictamente necesario. El otro día me dijeron que tengo que salir reforzada de la situación y que si he sido capaz de desplazarme a más de mil quilometros a un pueblo en la otra punta, que si he sido capaz de darle la oportunidad a una persona que en principio iba con el pack de problemas, aunque no haya funcionado no debo considerarlo como un fracaso, que simplemente he demostrado ser valiente y que ni yo llego a imaginarme todo lo que puedo llegar a conseguir.
Volvemos a lo de siempre, desde fuera es más fácil ver las cosas. Pero bueno, espero que sirva este post para terminar de sacar la tristeza y las ideas que por ahí rondan. Dicho (o mejor dicho, escrito) queda.
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