Sabado.

Hoy me ha tocado venir a trabajar, por tres horas y media de trabajo he perdido cuatro días enteros de fiesta.
Ha sido un placer conducir esta mañana y poder elegir el sitio donde quería aparcar el coche, lástima que al llegar ha empezado a llover. Ya se sabe, cuando hay días de vacaciones suele hacer mal tiempo. Al final de todos los planes que tenía para estos días no sé cuales quedarán en pie, porque estoy viendo como se van cayendo uno tras otro (vale que yo he empujado alguno, pero no todos). Aunque tampoco me vendrá nada mal descansar algun día y de paso aprovechar para esos compromisos familiares que llevaba tiempo esquivando y por fin ayer cumplí. Ahora mismo mientras leo esto no sé por qué lo estoy escribiendo porque me parece la mayor tontería que se me puede ocurrir, pero ya se sabe, que mi neuronilla es algo limitada así que creo que mejor dejo esto por hoy y cuando esté más inspirada ya volveré a dar señales de vida.