lunes, febrero 28, 2005

Sábado noche: un grupo de amigos...

Sábado noche: un grupo de amigos deciden desafiar las previsiones meteorológicas y se van de cena.
Punto de encuentro: 22.30 horas en Plaza Catalunya, junto a la entrada de ese centro comercial tan grande.
Participantes: Abel, David, Johanna, Sonia y Puri.
Objetivos: pasarlo bien
Orígenes: desde Lleida a Barcelona, pasando por Manresa y Sabadell.
Lo más difícil para mi, lograr llegar sin perderme por el camino, así que logro convencer a David para que haga la mitad de su recorrido el tren y el resto se venga conmigo en coche. Por suerte logramos aparcar cerca y sin perder el tiempo dando vueltas con el coche. Llegamos puntuales aunque no somos los primeros en llegar. Johanna y Sonia se nos han adelantado así que mientras esperamos a Abel (ese wapis!) nos ponemos al día con las asignaturas, los consultores y cosas así que no voy a explicar.
Cuando estamos todos decidimos donde vamos a ir a cenar, los que somos de fuera nos dejamos aconsejar así que terminamos en una brasería con pinta snob pero que al final fue una buena elección. La conversación en la cena se fue animando a medida que el vino iba haciendo su efecto, así que lo que empezó siendo una charla animada sobre blogs, mails, webs se fue transformando en las historias personales vividas de cada uno, si es que aunque más o menos somos de de la misma edad (todos menos uno que es más baby ;)), es curioso como nuestras vidas son tan diferentes, si es que hay gente que parece que más que una vida haya tenido treinta! El punto divertido de la cena empieza con el nombre de la salsa que acompaña al segundo plato y la mancha que provocó en una camisa blanca (no voy a decir tu nombre ;)).
La camarera no nos lograba entender cuando le decíamos que con los cafés no nos había traido
azúcar, o tal vez yo creo que lo hacía para que nos fueramos antes porque nos quedamos de los últimos clientes en el restaurante. Aunque antes de irnos descubrimos la luz del baño (no diré nada del incidente del baño), de un azul psicodélico divertido así que decidimos hacernos una foto después de investigar con las opciones de la cámara fotográfica, yo creo que el resultado es bastante curiosa, si más no, diferente. Eso sí, como la luz azul resalta los defectos todos nos pusimos bastante alejados ;).
Después decidimos ir a tomar algo y fuimos a un bar que nada más entrar ya nos avisaron de la hora a la que cerraban (cosa que no nos importó) porque a esas horas de la noche, la conversación fue cambiando y el tema más curioso a esas horas de la noche eran cosas tan transcendentales como los tamaños de ciertos miembros, malpensados, que eran las botellas de cerveza, las diferentes opciones del tinte actual para zonas especiales, aunque yo sé de alguien que dijo que lo probaría :P, también hablamos de esas noches en las que uno está tan borracho que no recuerda porque ha terminado en un hotel sin maletas e intentando averiguar el uso de unas anillas, esas son algunas de las conversaciones transcendentales y didácticas que pueden surgir a altas horas de la noche ;)
Tras echarnos del bar el objetivo era por un lado intentar buscar un taxi y por otro quedarnos en la discoteca que había al otro lado. Aquí fue cuando yo acompañé a Abel a buscar su coche y nos fuimos a casita (cada uno a la suya). Pero no puedo terminar este blog sin hacer mención del culillo de Abel, porque no pudimos resistir la tentación y se lo tuvimos que pellizcar. Este es un breve resumen de un sábado por la noche que terminó con el propósito de hacer la próxima cena en Lleida, la siguiente en Sabadell y, como no, en ese pueblo tan bonito llamado Manresa (que es broma David, que ya sé que no es un Pueblo, pero no he podido resistirlo :P). Así que esta entrega continuará en las próximas cenas. Por cierto, las fotos no están terminadas pero puedes verlas aquí.

viernes, febrero 25, 2005

Sin post

Si hoy, como cada día, has abierto esta página esperando encontrarte una larga explicación sobre alguna idea abstracta mia, siento decepcionarte. Tal vez el motivo de tu lectura es descubrir alguna intimidad secreta mia, umm puede ser, pero no pretenderás que confiese por aquí que estoy enamorada en secreto del hermano pequeño del vecino del sexto, que es compañero de trabajo de mi mejor amiga... Ahora pensarás: "ya le ha vuelto a dar otro bajón de esos que le dan a veces y ahora va a dejar de escribir en el blog", podría ser una excusa fácil pero como no soy muy amante de las excusas no la usaré. Además tampoco estoy en uno de esos días en los que me siento orgullosa de ser mujer y me paro a preguntarme sobre el olor de las nubes, porque digo yo: ¿porqué en los días en los que no puedes con tu cuerpo, te duele la barriga y tienes un humor de perros estás tan contenta de ser mujer? Ya está, pensarás, que me he quedado sin ideas para compartir, lamento volver a contradecirte, pero podría enseñarte una lista de posibles temas, aunque la mayoría de veces no recurro a ella, aprovecho cualquier genial idea que se me ocurre mientras me ducho (ese momento del día donde más pongo a trabajar la neuronilla). Entonces, te preguntarás qué es lo que me pasa. La respuesta es sencilla, no me pasa nada. Después del descanso semanal que me tomé ayer, hoy como es viernes no me apetecía escribir sobre nada en concreto así que me he propuesto no hacer ningún post hoy ;). Aunque si sigues pensando dirás: pues acabas de hacerlo. Y es verdad, tienes razón, acabo de hacer un post donde no hay ningún post sobre algo transcendental e importante ni de última actualidad ni ningún chismorreo sobre alguien conocido. Ya ves, sin proponermelo he hecho lo que no quería hacer, un post. Ahora solo me queda esperar que el finde me ayude a descansar la neuronilla porque este desvarío es típico de un viernes, así el lunes volveré con las energías renovadas (espero aunque la agenda para los próximos dos días está bastante completa) y entre apuntes de la universidad, redacciones de inglés y presentaciones espero escribir algún post realmente interesante y profundo, quien sabe, tal vez sobre la importancia de la migración de las aves o el porqué el efecto climático que tenemos actualmente fue el origen de los glaciales del polo norte, o...
Buen finde y nos vemos el lunes ;)

miércoles, febrero 23, 2005

Amanecer

Cuando los primeros rayos de luz desafiaron a la oscuridad de su cuarto, en lugar de levantarse apresuradamente como cada mañana prefirió seguir remoloneando un ratito más en su cama, no se sentía culpable por perder un tiempo precioso, porque no lo hacía, sabía que estaba disfrutando al ser consciente de la calidez de los rayos de luz que tocaban sus mejillas, jugaban con su pelo e incluso iluminaban las profundidades de su ser.
Sentía como esos rayos se fundían con los de su alma. Alma... esa parte que se había negado a querer ver y que siempre subordinaba a la de los demás. Hoy era diferente, por primera vez en mucho tiempo era consciente de su existencia, la podía notar, sentir, incluso oir su dulce y acaramelada voz que le susurraba suavemente. Al principio se le hizo extraña, pero ràpidamente el recuerdo despertó esos sentimientos escondidos y comprendió que los mejores momentos de su vida habían sido aquellos en los que había hecho caso a esa voz. Una sombra fugaz de malestar se cruzó en sus pensamientos al reprocharse el haber dejado silenciar esa voz, pero en un instante consiguió apartarla con el convencimiento y la alegría de que ahora la volvía a escuchar y sabía que haciendole caso las pequeñas dificultades fácilmente quedarían atrás. Porque sabía que esa voz era la suya propia, que se había despertado igual que amanecía el nuevo día. Pero hoy a diferencia de otros días, sentía, era consciente de su existencia, de su ser, de su alma (esa parte que había anulado tanto últimamente). Y lo más importante, al reencontrarse con su alma recordó que fue allí donde un día guardó todos sus sueños, sus proyectos, sus ilusiones. Y ahora lograba entender porque sin ella sentía ese vacío que le indicaba que le faltaba una parte muy importante. Pero no más reproches se dijo, así que de nuevo la alegría por haber recuperado lo perdido.
Ahora sabe que hoy será un día diferente, como lo será mañana, pasado, el otro, y el otro,... Porque ha recuperado esa parte tan importante suya, y a partir de ahora, todo lo que haga le permitirá disfrutar viviendo en lo que siente y en lo que es ;)

martes, febrero 22, 2005

Felicidad

"Cada día me canso de intentar ser feliz, pero no por ello dejo de intentarlo"
Esta frase, que con su permiso he tomado prestada de un amigo ;), me ha hecho pensar en el concepto de la felicidad. Ahora que lo pienso me doy cuenta que me ha faltado preguntarle cómo lo intenta él cada día, tal vez en la respuesta encuentre la solución, pero hoy he sido lenta de reflejos y no se lo he preguntado. Yo todavía no he encontrado el supermercado que venda la felicidad envasada al vacío y con fecha de caducidad. Eso sería una cosa genial, me imagino en el supermercado, o mejor aun, en las paradas artesanales donde puedes comprar los productos naturales, entre la miel y los embutidos, pidiendole al hombre: "Hoy me llevo un queso de cabra, un quilo de miel de azahar y diez de felicidad que este mes ando un poco baja de ánimos y no me vendría mal una dosis extra". Sería una solución ideal, me imagino la gente en la cola del supermercado, entre la docena de huevos y el pan de molde con las raciones unidosis de felicidad. Ahora pensando se me ocurre otra pregunta: ¿Y si se toma una sobredosis de felicidad? Pues a ciencia cierta sé qué pasaría, pero el otro día escuché una noticia por la tele que decía que científicos estadounidenses (como no, si aquí a los científicos españoles los tienen discriminados) habían descubierto que eso del "Corazón partío" era verdad, por una pena muy grande o una alegría nuestro cuerpo segrega unas dosis muy elevadas de adrenalina y proteinas que provocan unos síntomas muy parecidos a los de un infarto, pero con la diferencia que el daño es diferente y con reposo en una semanita no queda ningún rastro de la ruptura. Bueno, esa sería la primera advertencia del envase (como en los cigarrillos): "Un exceso de felicidad puede romper el corazón. Tomar con precaución". Otro aspecto sería quien podría fabricar tanta cantidad de felicidad como para cubrir la demanda, porque si no cubre la demanda habría problemas con la especulación, el mercado negro, la adulteración,...
Así que al final, dejaré descansar la neuronilla y creo que me quedo con la frase del principio para intentar ser feliz cada día, pero en lugar de buscarla en el supermercado la buscaré donde sé que la encuentro, en las cosas pequeñas: la sonrisa de un niño, una mirada complice, una conversación agradable, una ilusión, un sueño,...

lunes, febrero 21, 2005

Aeropuertos

A pesar de haber recorrido algunos y haber ido bastantes veces al aeropuerto, ayer fue la primera vez que no era yo la que se iba de viaje cargada con una maleta y muchas ilusiones, a la que van a desear buen viaje y a la que esperarán al regreso. Ayer se cambiaron los papeles y yo era la que iba a acompañar a alguien. Lo primero que me sorprendió fue la cantidad de gente que se puede uno encontrar un domingo a eso de las tres del mediodía, desde la enorme cola de gente que esperaba para alquilar un coche a las interminables colas en los mostradores de facturación. Creo que esto es porque siempre que he ido al aeropuerto yo pensaba que era cuando lo hacía la mayoría de la gente, ya que mi trabajo no me permite disponer de vacaciones fuera de los meses de verano o algún que otro puente. Pero volviendo al aeropuerto, la verdad es que desde el otro lado se ve diferente. No es la misma sensación al embarcar que cuando ves como eres tú el que se queda en el lado de fuera de la cinta esa que te disecciona todo tu equipaje de mano, aunque desde el otro lado eres más consciente de los detalles que te suelen pasar desapercibidos, las parejitas que se despiden porque uno de los dos se va y el otro se queda, esos amigos que se quedan mientras otros se van, ese tráfico continuo de gente tan característico...
Pero lo que realmente sucede y pocas veces queremos reconocer es que esa situación nos logra despertar esos sentimientos escondidos que pocas veces dejamos salir a la superficie: es la envidia sana de alegrarte por la persona que se va a disfrutar de ese viaje, es la pena por saber que esa persona estará lejos una temporada, pero también es la alegría de saber que no es un simple viaje, sino que es un viaje tras sus sueños, esperanzas, metas y objetivos. Un viaje que no ha podido empezar de mejor manera cuando en el mostrador de facturación le han comunicado que su billete de clase economica se ha transformado en uno de primera, a eso le llamo yo un buen comienzo ;)
Salir del aeropuerto desde el otro lado también se ve diferente, no vienes cargado con las maletas, los regalos, las horas de sueño perdidas y las experiencias vividas, pero siempre queda la ilusión de pensar que el próximo en irse de viaje serás tú, así que pronto volveré a ver el aeropuerto como me gusta verlo a mi: desde el avión y viendo como cada vez se hace más pequeñito. ¡Buen viaje!

jueves, febrero 17, 2005

El mejor momento del día

Esta mañana mientras me duchaba, bajo la influencia de la aromaterapía (es que ahora se le llama así, yo que siempre he elegido el gel porque me gustaba el aroma y ahora resulta que usar un gel en concreto me aporta una serie de beneficios que con la breve ducha no tengo ni tiempo de apreciar) pues me he puesto a pensar en cual fue el mejor momento del día de ayer, una tontería como otra cualquiera, pero al menos empezaba a despertar la neuronilla y a prepararla para el nuevo día. Así que he empezado a repasar los diferentes acontecimientos del día de ayer en busca del mejor momento de todos.
Despertarme con el sonido estridente del reloj no fue el mejor momento, sin duda, pero descubrir que tenía una llamada perdida de un amigo a las tres de la madrugada sí fue un buen momento, sobretodo porque tenía el móvil silenciado. Tengo que decir que este amigo cuando se va de copas le da por llamar a todo el mundo, y aunque estoy segura que me perdí una divertidísima conversación con él a esas horas (porque es de lo más divertido) mi descanso fue más beneficioso (yo también me acuerdo de ti Boñi ;)). Conseguí llegar puntual al trabajo, aunque eso no sé si definirlo como un buen momento, pero durante el camino, bien abrigadita para no pasar frio mientras andaba, conseguí disfrutar de una fantastica vista del cielo. Descubrir que tenía algún comentario por leer en el blog también fue un buen momento (niep, niep!), igual que esa llamada para charlar un rato porque hacía mucho que no hablabamos de una amiga y antigua compañera de trabajo. Otro buen momento fue cuando recibí el sms de cada mañana deseandome un buen día. Recibir los apuntes de las asignaturas del próximo semestre tampoco es que fuera un buen momento, más bien fue indiferente, aunque es el aviso de lo que se avecina... En el cursillo de informatica cuando mi compi me deja que me copie los ejercicios que no me da tiempo terminar también es un buen momento ;), lástima que no pueda quedarme hasta el final de la clase para hacerlos, pero así tengo la excusa para podermelos copiar el próximo día. Leer los mails de esa amiga que prepara la maleta para irse a hacer un cursillo de inglés a Dublín también es otro buen momento, sobretodo porque logra despertar esa envidia sana que todos tenemos cuando nos alegramos porque los demás pueden hacer las cosas que a nosotros nos gustaría y no podemos hacer. Obviaré el momento jefe para no tener problemas. Por la noche, disfrutar de ese cálido abrazo en el sofá mientras me reía un rato viendo la tele también fue otro buen momento.
Al hacer este breve repaso me doy cuenta, primero de que seguro que me he dejado algún buen momento olvidado y segundo, que no sabría quedarme con solo un buen momento en concreto del día de ayer, ya que cada uno tiene su particularidad, así que juntaré cada buen momento y tendré el "gran momento".
Uf! Hoy me ha quedado un post más bien filosófico, pero como supongo que alguien se habrá podido dar por aludido, esperaré pacientemente algún comentario ;)

miércoles, febrero 16, 2005

Vacaciones en el mar

Todavía recuerdo aquella serie en la que cada capítulo comenzaba con la misma escena en la que el capitán del barco y la tripulación daban la bienvenida a los nuevos pasajeros y como no, a las historias que se sucederían en ese capítulo de la serie. Posiblemente una escena parecida vivirían las cerca de 400 personas que se embarcaron en el "Grand Voyager" para realizar un maravilloso crucero. Pero toda esa ilusión inicial pronto se transformó en la desesperación y la angustia de no saber cual iba a ser su destino al navegar a la deriva entre olas gigantescas y sin mucha información sobre su situación. Se puede leer que se vivieron momentos de pánico entre los pasajeros y es que no es para menos. Aunque ahora al ver los informativos se empiezan a vislumbrar las excusas de las diferentes partes implicadas: el capitán no tenía el informe meteorológico, la compañía propietaria del barco tampoco sabía nada, etc. Yo no consigo entenderlo, pero hablamos de vidas humanas, no es como cuando haces la colada y toda la ropa termina de un color diferente al original porque olvidaste que no se puede mezclar la ropa de color con la blanca, aquí la solución es relativamente fácil, en cambio, si hablamos de vidas humanas, ¿que solución tenemos? Creo que todavía no se pueden comprar humanos en el supermercado (al menos no en el que yo voy), pero parece que ciertas personas todavía no se han dado cuenta y no valoran la vida humana como lo que es: algo efímero e irremplazable. Ya sé que es una petición al aire, pero me gustaría que las personas responsables de las vidas de los demás tuvieran en cuenta que somos personas y que no tenemos recambios como los coches donde fácilmente puedes cambiar la pieza que se ha estropeado.
Otra cosa es que luego, cada uno con su vida haga lo que le apetezca, y es que muchas veces la desperdiciamos o la dejamos pasar mientras nos quedamos sentados viendo como pasa todo a nuestro alrededor sin atrevernos a hacer nada, pero eso es tema para otro post, no el de hoy.

lunes, febrero 14, 2005

San Valentín

El día de hoy se presta a hacer un post sobre la celebración de San Valentín. Una celebración que tiene diversos orígenes según las fuentes consultadas: desde la fecha que utilizan las cigüeñas para buscar pareja (el 14 de Febrero), el antiguo festival romano llamado Lupercalia o el santo de la iglesia primitiva que logró devolver la vista a la hija de su carcelero. Lo curioso es que tan diversos orígenes hacen referencia al hecho de dar amor sin esperar nada a cambio, al intercambio de tarjetas que hoy es tan típico y al amor o la amistad duraderos sin condiciones.
Como una cosa es la tradición y otra es la realidad, hoy recibimos muchos mensajes publicitarios donde se nos dice que tenemos que demostrar nuestro amor comprando algún regalo, y no vale cualquier cosa, porque para demostrar que estamos enamorados tenemos que comprar el regalo más caro que esté dentro de nuestras posibilidades, ya que si no es así nuestra pareja pensará que no estamos lo suficiente enamorados de ella.
Yo, como persona práctica que me considero, hoy una pregunta no para de darme vueltas por la cabeza: ¿acaso hoy estoy más enamorada de mi pareja que cualquier otro día? o ¿por hacerle el regalo más caro que encuentre en la tienda voy a demostrarle que le quiero más? La respuesta que se me ocurre es un no rotundo, creo que el amor hay que demostrarlo cada día, con la ilusión, la tolerancia, el respeto y no solo un día al año con cosas materiales. Y es que yo pienso que San Valentín hay que celebrarlo todos los días del año. Tal vez soy una soñadora, puede ser, pero creo que a mi edad la cosa ya no tiene remedio...

viernes, febrero 11, 2005

Manual de uso

A petición popular (más o menos) voy a explicar qué hay que hacer con esta página ;). Lo primero de todo es saber quien es la que escribe los textos, aquí los que me conoceis ya os debió llegar el mail con la dirección, pero si habeis llegado aquí por casualidad bienvenidos seais también y encantada de conoceros. La idea principal es que yo me comprometo a escribir alguna cosilla cada día (sí, ya lo sé que ahora es muy fácil hablar, pero ya sabeis que termino haciendo lo que digo). Una vez yo haya escrito sobre un tema y lo hayais leido, podeis estar de acuerdo o no conmigo, o explicar alguna cosa o simplemente no hacer nada. Si lo que quereis es expresar vuestra opinión, al final del texto hay un enlace donde pone comentarios y el número de ellos que hay, para añadir uno vuestro solo teneis que hacer clic encima y se os abrirá un cuestionario donde no hace falta que pongais vuestra dirección, le dais a la opción de ponerlo anónimamente y después podreis escribir lo que querais, eso sí, no seais muy críticos conmigo que estoy empezando en este mundo, así que por favor un poquito de por favor ;). No todo serán parrafadas aburridas, también intentaré hacer algunos post sobre viajes con fotos interesantes. Bueno, ahora solo me queda animaros a que visiteis la página regularmente y a que mandeis comentarios. ¡Ánimos que es más fácil de lo que parece!

jueves, febrero 10, 2005

Una mañana cualquiera

Cuando esa impresionante figura escultural y masculina me ha rescatado de las garras del horrendo monstruo que estaba a punto de engullirme como si fuera una simple oliva, he disfrutado como una criatura al volar por encima de las nubes y en el justo momento en que sentados sobre una esponjosa nubecilla con forma irregular estaba a punto de besarme, en ese preciso instante, justo en ese momento, un insoportable pitido me ha devuelto a la realidad de mi cama. Ese oportuno despertador que cada mañana se encarga de fastidiarme el sueño en el mejor momento, me ha rescatado de las garras de ese sueño tan cursi que parecía sacado de una novela romántica para devolverme a la vida cotidiana.
El timbre de casa no puede sonar en otro momento que justo cuando estoy en la ducha, cantando a voz en grito mientras rasco las células muertas con el guante de crin, así que como puedo me apresuro a salir rápidamente para terminar con la agonizante melodia del timbre y al abrir la puerta me encuentro con una amable señorita que intenta venderme no sé qué tipo de tarjeta que no te cuesta nada y encima te devuelven dinero, hoy debe ser mi día de suerte, aunque no tengo tiempo para escuchar su amable conversación o llegaré tarde a trabajar. Una vez consigo decirle que no me interesa, porque hay que ver lo difícil que es interrumpir a un vendedor que está acostumbrado a repetir lo mismo una y otra vez, si es que no te dejan ni hablar. Me preparo el desayuno, como me he despistado aprovecho para hacer tres o cuatro cosas a la vez mientras se hace el café y las tostadas, cosa que hace que al final termine desayunado unas galletas y un capuchino instantáneo porque el café ha terminado saliendose todo de la cafetera y las tostadas se han quedado pequeñitas y como piedras.
Como ya se me ha hecho tarde y no me da tiempo de ir andando al trabajo, sí, soy una de esas pocas privilegiadas que pueden ir andando a trabajar, me preparo para entrar a presión en la lata de sardinas, digo autobús que me lleva cerca de donde trabajo. Pero casualmente, hoy hay unas obras que hacen que el autobús llegue con casi veinte minutos de retraso, así que termino llegando tarde a trabajar...
Todo esto solo ha sido empezar el día, me pregunto qué sorpresas me deparará el resto del día, si es que me estoy planteando escribir un diario personal a lo Bridget Jones, quién sabe, tal vez tenga historias para ir contando...

Complicada sencillez

Complicada sencillez... creo recordar que así se titula una canción de uno de mis cantantes favoritos.
Palabras contradictorias que definen un estado de ánimo, una manera de pensar, una forma de ser y por qué no, una paradojica actitud con la que afrontar las cosas que la vida nos presenta. Con estas palabras hoy me siento identificada: complicada sencillez. Complicada porque es mi primer contacto con este nuevo mundo que se despliega ante mis ojos, y sencillez porque parece todo tan sencillo como darle un caramelo a un niño y ver como se dibuja una sonrisa en su cara. Poco a poco espero observar hacia que lado se declina la balanza: si es hacia lo complicado este blog terminará quedando en el olvido con solo un par de post y un saco lleno de muchos propósitos y buenas intenciones. Pero si por el contrario la balanza se decanta hacia la sencillez este blog será la excusa perfecta para retomar viejas aficiones como la escritura y compartir cada día un cachito más de mi trocito de vida con cualquiera que quiera leerlo.
Eso es algo que solo el tiempo dirá, así que dejemos pasar el tiempo y observemos los resultados.