Sábado noche: un grupo de amigos deciden desafiar las previsiones meteorológicas y se van de cena.
Punto de encuentro: 22.30 horas en Plaza Catalunya, junto a la entrada de ese centro comercial tan grande.
Participantes: Abel, David, Johanna, Sonia y Puri.
Objetivos: pasarlo bien
Orígenes: desde Lleida a Barcelona, pasando por Manresa y Sabadell.
Lo más difícil para mi, lograr llegar sin perderme por el camino, así que logro convencer a David para que haga la mitad de su recorrido el tren y el resto se venga conmigo en coche. Por suerte logramos aparcar cerca y sin perder el tiempo dando vueltas con el coche. Llegamos puntuales aunque no somos los primeros en llegar. Johanna y Sonia se nos han adelantado así que mientras esperamos a Abel (ese wapis!) nos ponemos al día con las asignaturas, los consultores y cosas así que no voy a explicar.
Cuando estamos todos decidimos donde vamos a ir a cenar, los que somos de fuera nos dejamos aconsejar así que terminamos en una brasería con pinta snob pero que al final fue una buena elección. La conversación en la cena se fue animando a medida que el vino iba haciendo su efecto, así que lo que empezó siendo una charla animada sobre blogs, mails, webs se fue transformando en las historias personales vividas de cada uno, si es que aunque más o menos somos de de la misma edad (todos menos uno que es más baby ;)), es curioso como nuestras vidas son tan diferentes, si es que hay gente que parece que más que una vida haya tenido treinta! El punto divertido de la cena empieza con el nombre de la salsa que acompaña al segundo plato y la mancha que provocó en una camisa blanca (no voy a decir tu nombre ;)).
La camarera no nos lograba entender cuando le decíamos que con los cafés no nos había traido azúcar, o tal vez yo creo que lo hacía para que nos fueramos antes porque nos quedamos de los últimos clientes en el restaurante. Aunque antes de irnos descubrimos la luz del baño (no diré nada del incidente del baño), de un azul psicodélico divertido así que decidimos hacernos una foto después de investigar con las opciones de la cámara fotográfica, yo creo que el resultado es bastante curiosa, si más no, diferente. Eso sí, como la luz azul resalta los defectos todos nos pusimos bastante alejados ;).
Después decidimos ir a tomar algo y fuimos a un bar que nada más entrar ya nos avisaron de la hora a la que cerraban (cosa que no nos importó) porque a esas horas de la noche, la conversación fue cambiando y el tema más curioso a esas horas de la noche eran cosas tan transcendentales como los tamaños de ciertos miembros, malpensados, que eran las botellas de cerveza, las diferentes opciones del tinte actual para zonas especiales, aunque yo sé de alguien que dijo que lo probaría :P, también hablamos de esas noches en las que uno está tan borracho que no recuerda porque ha terminado en un hotel sin maletas e intentando averiguar el uso de unas anillas, esas son algunas de las conversaciones transcendentales y didácticas que pueden surgir a altas horas de la noche ;)
Tras echarnos del bar el objetivo era por un lado intentar buscar un taxi y por otro quedarnos en la discoteca que había al otro lado. Aquí fue cuando yo acompañé a Abel a buscar su coche y nos fuimos a casita (cada uno a la suya). Pero no puedo terminar este blog sin hacer mención del culillo de Abel, porque no pudimos resistir la tentación y se lo tuvimos que pellizcar. Este es un breve resumen de un sábado por la noche que terminó con el propósito de hacer la próxima cena en Lleida, la siguiente en Sabadell y, como no, en ese pueblo tan bonito llamado Manresa (que es broma David, que ya sé que no es un Pueblo, pero no he podido resistirlo :P). Así que esta entrega continuará en las próximas cenas. Por cierto, las fotos no están terminadas pero puedes verlas aquí.
Después decidimos ir a tomar algo y fuimos a un bar que nada más entrar ya nos avisaron de la hora a la que cerraban (cosa que no nos importó) porque a esas horas de la noche, la conversación fue cambiando y el tema más curioso a esas horas de la noche eran cosas tan transcendentales como los tamaños de ciertos miembros, malpensados, que eran las botellas de cerveza, las diferentes opciones del tinte actual para zonas especiales, aunque yo sé de alguien que dijo que lo probaría :P, también hablamos de esas noches en las que uno está tan borracho que no recuerda porque ha terminado en un hotel sin maletas e intentando averiguar el uso de unas anillas, esas son algunas de las conversaciones transcendentales y didácticas que pueden surgir a altas horas de la noche ;)
Tras echarnos del bar el objetivo era por un lado intentar buscar un taxi y por otro quedarnos en la discoteca que había al otro lado. Aquí fue cuando yo acompañé a Abel a buscar su coche y nos fuimos a casita (cada uno a la suya). Pero no puedo terminar este blog sin hacer mención del culillo de Abel, porque no pudimos resistir la tentación y se lo tuvimos que pellizcar. Este es un breve resumen de un sábado por la noche que terminó con el propósito de hacer la próxima cena en Lleida, la siguiente en Sabadell y, como no, en ese pueblo tan bonito llamado Manresa (que es broma David, que ya sé que no es un Pueblo, pero no he podido resistirlo :P). Así que esta entrega continuará en las próximas cenas. Por cierto, las fotos no están terminadas pero puedes verlas aquí.