Asuntos internos.

Este finde he tenido una de esas reuniones familiares a las que primero no sabes si quieres ir o no, pero que finalmente te alegras de haber ido. Y es que en un principio, una invitación a una boda se puede recibir como un compromiso inevitable que hay que cumplir porque no queda otro remedio. Pero después logras cambiar el planteamiento y sabes que posiblemente será una de las pocas ocasiones de reunirse toda la familia al completo, incluso los que vienen de la otra punta del país. Pues bien, este finde yo he tenido una boda de esas que ha servido para algo que no conseguí yo hace cuatro años, es decir, reunir casi toda la familia al completo. Algo bastante complicado hoy en día, donde cada uno va a su ritmo y en su mundo particular sin interferir mucho con los mundos de los demás porque no hay mucho tiempo libre, y cuando hay entonces de lo que realmente se tienen ganas es de desconectar de todo lo que nos rodea. Mientras disfrutaba del aperitivo observaba como las familias (al menos la mía) son realmente mucho más complicadas de lo que parecen y es que, sinceramente, es como una pequeña sociedad, con sus jerarquías, sus relaciones, y sobretodo con sus intrigas, tramas y secretos. Triste pero cierto, si en nuestra vida diaria estamos rodeados de personas capaces de hacer a dos caras, en las ceremonias especiales es cuando esas personas disfrutan plenamente, haciendo el papelito y con buena cara a todo el mundo pero tramando, cotilleando y criticando a espaldas de todos. Pobrecillas, a mi me dan pena, porque realmente no se dan cuenta que viven más pendientes de las vidas de los otros que de la suya propia, y están malgastando su tiempo y sus energías en algo que realmente no les afecta (por no decir que no les importa lo más mínimo). Por eso pienso que las relaciones familiares son más complicadas de lo que pueden parecer a simple vista, al menos con este tipo de personas. Al final es lo que yo digo: a la familia no te la dejan elegir, te tienes que aguantar con la que te ha tocado. Pero no todo es triste ni negativo, en la familia también hay relaciones fantásticas y gente realmente maja que te sorprenden agradablemente y redescubres cada vez que las ves. Porque también hay gente encantadora que te hace sentir bien, que te quiere como eres y no te reprocha tus defectos o pagan contigo cosas de las que tu no eres responsable. Por eso digo que una familia es como una pequeña sociedad, donde hay diferentes grupos y jerarquías, con sus normas y sus intrigas. Pero después de todo, es la familia, la única que tenemos y a la que hay que cuidar. ;)