viernes, febrero 03, 2006

Desnudo.

En un primer momento parezco una persona extrovertida pero si escarbas un poquito en la superficie deja de ser cierto. Mi psicóloga me ha dicho más de una vez que yo soy extrovertida pero reservada, cosa que es totalmente cierta, no me importa hablar con un desconocido sobre la cosa más insignificante que uno se pueda imaginar, o pasarme más de una hora hablando por teléfono y contando cosas, pero otra cosa muy diferente es que yo consiga decir cómo estoy de verdad o consigas averiguar cómo soy realmente. Esto es fruto de la herencia familiar, mi padre siempre contestaba con un “bien” cuando se le preguntaba qué tal todo, y yo tengo la misma costumbre, siempre te responderé con un “bien” cuando me preguntes qué tal me va todo o cómo estoy, si obtienes un “voy haciendo” como respuesta significa que realmente estoy peor de lo que dejo ver, pero no podrás averiguar mucha cosa más a no ser que controles la técnica de desmontar caparazones de hormigón armado con siete capas de grosor. Muy pocas personas han logrado traspasar el caparazón y realmente ha sido a base de paciencia y de aguantar mis ataques. Como buena cáncer que soy si me veo acorralada posiblemente atacaré y diré cosas de las que más tarde me arrepentiré por el daño que he causado pero que en su momento no veo que la puñalada verbal que estoy lanzando puede llegar a herir. Un ejemplo de esto es cuando hace un par de días dejé a una persona a cuadros al decirle que si me venía a ver lo hiciera realmente porque le apeteciera y no porque me viera apagada o triste, en esos momentos soy inconsciente del daño que puedo llegar a hacer. Otro de mis defectos es el tema de la libertad, independencia o cómo lo quieras llamar, nunca he soportado que me intenten controlar, eso es fruto de la educación demasiado estricta que he recibido, la enfermedad de mi padre y mi posterior relación de pareja también ha influido bastante. Todo bien mezcladito, y teniendo en cuenta mi caparazón, ha resultado un cóctel un poco complicado de digerir, de un lado si me intentas conocer atravesando el caparazón me defenderé atacándote, y por otro lado si intentas controlarme conseguirás el efecto contrario, saldré corriendo. Cosa curiosa también cuando yo soy una persona a la que siempre le ha gustado tenerlo todo bastante controlado, es últimamente por las diferentes circunstancias que tengo todo patas arriba (cosa a la que me está costando demasiado acostumbrarme), así si pretendes quedar conmigo todos los fines de semana o acapararme en exclusiva me entrará una urticaria que activará mis mecanismos de defensa ya explicados. Esto último lo he visto cuando una persona, que ha decidido intentar retomar la vida que tenía antes de que yo la conociera, ha decidido que ella sí que puede hacer lo que quiera pero no le ha gustado el hecho que yo empiece a abrir nuevos círculos, y su manera de evitarlo es intentando acapararme y proponiéndome cosas incompatibles cuando sabe que tengo planes alternativos (por ejemplo me "propone" salir el sábado por la noche cuando sabe que voy a quedar el domingo por la mañana para hacer una excursión y no le sienta bien si le digo que tengo otros planes). Por una vez (y creo que de las pocas) me he dado cuenta antes de activar el ataque pero llevo unos días que el picor y la claustrofobia no me deja dormir tranquila, me enfado al ver cómo exigimos que hagan lo que nosotros no somos capaces de hacer, me autocritico mi capacidad (inconsciente) dañina y me indigno ante mi incapacidad de sencillamente limitarme a actuar diciendo palabras bonitas y aduladoras pero luego terminar haciendo lo que me dé la gana. Ese es otro de mis “defectos” me puede la sinceridad, soy incapaz de decir lo contrario de lo que pienso, aunque reconozco que algunas veces simplemente se trataría de ser un poquito más diplomática. Lo siento pero cuando lo he intentado no me he sentido bien ni yo misma.
En cambio, si logras vencer las siete capas de hormigón armado te encontrarás con que todo lo mio es tuyo, seré capaz de hacerlo todo y más. Y creo que en el fondo posiblemente te encontrarás con una buena persona.
Si has logrado leer hasta aquí te habrás dado cuenta de que es una de las pocas veces que he logrado desprenderme del caparazón y mostrarme como lo que no quiero parecer: una persona débil y vulnerable a la que se conocen sus puntos débiles y te puedas aprovechar de ellos. Tal vez tu seas como yo, tal vez a ti no te cueste tanto mostrarte así. Ya ves, en el fondo tal vez no seamos tan diferentes.

5 comentarios:

Pow dijo...

¿Entonces todo es cuestión de catapultar las siete murallas? Supongo que entonces todo se reduce a una cuestión de puntería ;-)

Puri dijo...

Dorian, has dado en el centro de la diana ;-)

Aleix dijo...

Bueno, veo que no soy el único que lanza palabras afiladas a su alrededor. Últimamente me está pasando a menudo y hasta prevengo a quienes me escuchan. Estoy irascible, advierto. Estoy sarcástico. Y es que no puedo evitarlo. Mientras digo las cosas soy consciente de ello, hasta mastico lo que digo y pienso "que guión agridulce te esta saliendo", pero me gusta. Es más tarde cuando me arrepiento.

Anónimo dijo...

Puuuuuuuuuuri!! Poco diplomática tú?!! No me hagas hablar, anda! Además, todos nos merecemos un bufido de vez en cuando para aprender dónde están los límites. ¿Recuerdas lo de aprender a base de tortas? Pues algo así.

Puri dijo...

Redactor, un placer volver a verte por aquí ;-) ya veo que no soy la única que dice lo que piensa sin pensarlo antes, porque en el fondo creo que se trata de eso y que no estamos acostumbrados a mucha sinceridad.
Shakti, hablar tu??? anda ya!! ;-) pero sí, es triste que tengamos que aprender a base de tortas, pero bueno, si no hay otra pues aprenderemos a tortas, eso sí, les pondremos azúcar y un poco de chocolate para que estén más ricas! ;-)