Aunque por el título bien podría parecer que dedico un post homenaje a varias personas, no es del todo correcto. Podría hacerlo, y tal vez lo haga otro día, claro que sería un post diferente ya que estaría lleno de guiños implícitos como he hecho algunas veces ;).
Tras un par de días de intensa actividad mental, ayer por fin logré relajar la tensión neuronal, la decisión estaba tomada, al menos de momento (y es que hoy vuelvo a tener otra entrevista con el hijo de mi antiguo jefe, volvemos a las andadas....), a lo que iba, pues que como le concedí descanso a la neuronilla decidí darme un descanso también y por eso para la cena, aun a riesgo de ahogarme en mitad de cualquier calle inundada por la lluvia torrencial pasé por el super a comprar una serie de exquisiteces que me apetecían y no encontraba el momento "especial", así que cargadita con mi compra de productos superbásicos y supernecesarios (jamón de pato, ibéricos varios, crema de queso...) y con la canoa en casa llegué como pude hasta el piso, una vez allí abrí las persianas para disfrutar de la tormenta, encendí varias velitas y pusé algo de esencia para perfumar. Descorché una botellita de vino y me dispuse a disfrutar de esa cenita autohomenaje, así que cuando la tormenta me dejó el salón únicamente iluminado con las velas no me sentí mal en ningún momento, al contrario, cuando la luz volvió a hacer su acto de presencia decidí seguir sólo con la luz de las velas. No me dio por chatear porque me costaba enfocar las letras, por no hablar de la coordinación con las teclas, pero sí que recuerdo una conversación telefónica bastante divertida y que esta noche he dormido como hacía tiempo que no lo hacía. Tal vez haya empezado un cambio sutil, y creo que la cenita fue un primer paso, aunque solo sea un pasito de bebé, pero como yo suelo decir "pasito a pasito se llega al cielo" ;)
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