Virus.

Ayer leía en un diario gratuito el siguiente titular: "La gripe del pollo puede ser la próxima epidemia mundial. Los expertos coinciden en que la epidemia asiática es el gran peligro vírico del siglo XXI. España ya ha tomado medidas para combatirla en caso de que nos llegue".

Después de leer la noticia donde dicen que no saben ni como ni cuando ni donde ni el motivo de la gripe me hace recordar un tema que tenía preparado para un post hace bastante tiempo. No entiendo cómo pueden anticiparse la epidemia, ya sé que mis estudios en epidemiologia no estan muy desarrollados, pero es como cuando en invierno dicen que la próxima gripe va a ser mucho más fuerte que la de años anteriores. En el fondo muchas veces me pregunto si realmente no controlan este tipo de cosas, es como si los mismos laboratorios abrieran la caja de Pandora, pero esta vez el frasquito de los virus y los lanzaran alegremente al aire. Me logro imaginar la conversación entre los científicos: "Qué virus soltamos este año? Uy no, ese no que me acuerdo que el año pasado ya lo controlamos bastante rápido, creo que deberíamos hacer una mezcla varios a ver quién es el chulo que logra controlarlos!" Y así se divierten mientras las farmaceuticas se frotan las manos pensando en todo lo que van a vender. No sé, es un simple pensamiento, pero alguna vez creo que la realidad no dista mucho de la ficción, o como dicen la realidad supera a la ficción.

Hablando de ficción, mientras escribo esto estoy viendo el último capítulo de la serie Friends y me ha hecho pensar como muchas veces al no atrevernos a decir lo que sentimos dejamos pasar oportunidades de las que más adelante nos quejaremos y no pararemos de preguntarnos si actuamos bien o si hubiera sido mejor haber dicho lo que realmente pensamos o sentimos (y no me refiero sólo a una posible historia de amor, sino a todos los que nos rodean), cuantas veces no echamos de menos a aquel amigo hasta que está viviendo lejos o no lo podremos ver más porque hemos perdido el contacto?

Bueno, antes de ponerme más filósofica voy a seguir con la lista esa que tengo que hacer sobre las diferentes situaciones vitales que me provocan inseguridad, para ser sincera hay más de las que me gustaría reconocer...

Desconexión.

Sé que tras casi una semana sin ningún post puedo exponer una lista interminable de excusas bastante lógicas y comprensibles, pero no va a ser el caso. No he escrito en estos días porque he andado algo liada y para ayudar me he quedado sin ordenador en el trabajo, así que estoy esperando su reparación. Ya sé que no debería contar con el horario laboral, pero ¿quién no lo hace aunque sólo sea un poquito? ;)

Tras cumplir los treinta no he notado ningún cambio que justifique el pánico de algunas personas a cumplir años. Sigo siendo la misma, mido y peso lo mismo, hablo, rio o lloro igual que siempre y me siento igual que hace dos semanas cuando todavía no había pasado la barrera del envejecimiento fisiológico (aunque parezca drástico no lo es ya que empieza a los treinta).

Este finde no he tenido puente como la mayoría de catalanes así que me tocó trabajar el sabado por la mañana, pero justo a la salida del trabajo aproveché para subirme a un tren con destino a Girona (previa escala en Barcelona Sants), allí me esperaban Si y Me para disfrutar de un par de días de desconexión, de charlas y buena compañía.

Al explicarles el trayecto en tren (con los monumentos que uno se encuentra por el camino) conseguí darles envidia, pero pronto quedó todo en una simple broma ya que nos ocupamos de cosas más importantes y vitales como comprar provisiones para lo que quedaba de finde (entiendase como guarradas varias). La idea era ir al cine después de cenar, pero nos animamos a ver fotos y a charlar así que la cambiamos por salir a tomar algo pero como nos pusimos a charlar y a charlar y a charlar al final no salimos, nos fuimos a dormir con la idea de madrugar para ir a la playa antes de un exceso de sol.

Así lo hicimos, por la mañana (nada de tempranito ;)) nos fuimos a la playa y tras buscar una calita interesante que nos gustara descubrimos un camino, cuyo nombre no recuerdo pero que es una delicia de paseo, un camino junto al mar, con casas señoriales, vistas fantásticas y que finalmente va a desembocar en una playa de arena blanca y agua azul turquesa. Lástima de habernos olvidado la cámara de fotos ya que podría decir que me he hecho una escapada al caribe y las fotos lo corrobarían.

Después de una comida ligera cargamos nuestros trastos en el coche y conduje de vuelta para irme acostumbrando al coche de Si ya que estas vacansis nos vamos de ruta las dos en coche. Conseguimos no encontrar retenciones en un finde donde la dirección de tráfico anunciaba kilometros y kilometros de conductores malhumorados regresando a sus casas.

Este finde me ha venido muy bien para desconectar un poco, disfrutar de la compañía de buenas amigas, de la naturaleza y de mí misma. Creo que voy por un camino que me gusta, me está haciendo sentirme bien (aunque sea a paso lento), así que hoy me enfrento a un nuevo lunes, el tercero de esta nueva etapa, con unos ánimos diferentes, una energía renovada y unos nervios a flor de piel ya que ahora me voy a ver si he aprobado el examen de inglés o me toca presentarme en febrero a la recuperación...

UPDATE: Leyendo el post de hoy a las 22.52 de la noche me doy cuenta que ha quedado algo sosillo y que he omitido los detalles más suculentos ;) como por ejemplo la existencia del orco que quedaba presente en el olor de la habitación, los pelos de los gatos y lo más morboso el hecho de dos chicas compartiendo cama en una noche calurosa de verano (hay que ver lo que hago para subir los comentarios ;)). Ha sido un finde bastante tranquilito y relajante que me ha puesto las pilas.

Un detalle, ya tengo la nota del examen de inglés y lo he aprobado!! Ahora ya puedo decir que tengo el nivel elemental ;)

30 rosas rojas.

30 rosas rojas ha sido mi primer regalo de hoy. Y es que hoy cumplo 30, esa edad en la que uno debería tener la vida más o menos planificada o resuelta o encarrilada o al menos señalada hacia donde hay que ir. No es por ser pesimista o rebelde, pero en estos momentos mi vida está de todo menos planificada, encarrilada o señalada. Me encuentro intentando averiguar qué camino debo seguir, cual de ellos me conducirá hacia lo que mi corazón desea, simplemente, ser feliz.

El ramo de rosas cierra un ciclo que ha durado una década. Hace diez años cuando mis padres me regalaron un ramo con veinte rosas rojas en el fondo de mi corazón deseé que esa persona especial con la que compartiría el resto de mi vida hiciera lo mismo, hoy diez años más tarde esa persona especial lo ha hecho, y en el fondo de mi corazón deseo que las cosas sean de otra manera, deseo poder disfrutar con ese regalo y no sentirme triste porque las cosas nunca son como nos gustaría que fueran. Hace diez años no pensaba que hoy estaría como estoy, aunque en el fondo debo sentirme bien porque sigo aquí y estoy luchando por conseguir lo que realmente quiero.

Esta mañana, aprovechando que últimamente no duermo demasiado bien, me he levantado temprano y he hecho algo de provecho y que llevaba días intentando hacer: he ido al gimnasio, ha sido uno de mis própositos para este nuevo año que empiezo. Creo que después de tanto tiempo sin ir ya no me acordaba casi ni de pedalear en la bicicleta, por no hablar de las máquinas de musculación: "Disculpe señor, en esta máquina donde me tengo que sentar? -Niña, que eso no es para sentarse es para apoyar la cadera!! Uy, perdone, ya decía yo que esto me parecía un poco incómodo!"

Al llegar al trabajo una mensajera me esperaba con el ramo, y justo después han llegado las llamadas de felicitación, los sms y los mails. Es un placer comprobar como más personas de las que imagino se acuerdan de mí, sé que tal vez soy especial para eso, pero sé que las personas que hoy tengo cerca me quieren y por eso son tan importantes para mí. Muchas gracias por haberos acordado de mi, un abrazo a todos ;)

Pensamiento.

Para ser sinceros tenía preparado un post sobre la primera semana de mi mudanza, un post demasiado melancólico y triste que una vez leido no me ha apetecido colgar. Tampoco me apetece hacer un balance de mi última década, ya que mañana cumplo 30 años. Ufs! Cómo pasa el tiempo! Parece que fue ayer cuando celebraba los 28 y ya sin darme cuenta estoy a punto de soplar los 30.

Una parte de mí se siente contenta de cumplir esa edad, ya que ha sido siempre la edad en la que yo suponía que todos mis complejos se quedarían atrás, el patito feo dejaría paso al cisne. No sé si será cierto o no, pero desde que cumplí los 20 ha sido un ciclo y ahora estoy empezando una nueva etapa, que por casualidades de la vida, coincide con mi cumpleaños. Para ver los resultados sólo me queda esperar...

Para la depresión.

Esta mañana dudaba entre dos temas sobre los que postear uno de ellos está relacionado con el titular que leí ayer que aumenta considerablemente el número de Manolos y Maripilis y que cada vez hay más casos que necesitan tratamiento psico-farmacologico. El otro tema tiene que ver con un mail bienintencionado que me mandaron ayer. Dado la naturaleza de ambos temas finalmente me he decidido por el segundo, aunque más bien sobre el efecto que provocó el mail después de leerlo. Ayer al mirar el correo me encontré con la divertida imagen que sigue:

Así que todavía con una sonrisa dibujada en mi cara me dispuse a comprobar todas las cosas que yo tenía a medias, pero mi desilusión fue de mal en peor ya que empecé a rebuscar en la nevera y por los armarios con un pésimo resultado: los helados estaban sin empezar, no tengo todavía ninguna botella de Bailey's ni ningún licor, la tableta de chocolate está sin empezar, como las galletas de chocolate, no tengo prozacs y de los preservativos mejor ni hablar,... No me quedó otro remedio que conformarme con terminar una bolsa de pipas que tenía empezada. Por eso he decido que lo primero que debo hacer es provisionarme de todas esas cosas tan útiles para que cuando pueda acabarlas me sienta mejor, por eso he hecho mi lista de la compra y no me he olvidado de incluir todas las guarradas necesarias para mi supervivencia en esta nueva etapa: helados, galletas, chocolates, coronitas, etc etc... (aunque más adelante tenga que escribir otro post sobre la huida de mi balanza) ;)

Finde surfero (II)

Porque lo prometido es deuda, aunque sea con retraso pero por fin he podido poner alguna de las fotos del finde surfero en la Costa Brava.

Domingo por la tarde, después de un finde bastante tranquilo empieza a hacer viento y los corredores profesionales se lanzan al agua para aprovecharlo antes de que sea demasiado tarde. Efectivamente no se equivocaron ya que tuvieron que suspender la primera regata por falta de viento.
Pero lo mejor de todo el finde, como yo ya decía, fue la barbacoa del sabado por la noche, junto al mar, con antorchas y un fantástico grupo de musica (si alguien me dice cómo se hace prometo colgar videos con fragmentos de su actuación).

Pero las fotos de la playa, aquí va una muestra:

El principio de la cena, el palito de la izquierda es de un pinchito que ya me había comido. Los demás daban cuenta de sus platos ;)

También dejaba el plato para descansar un poco y disfrutar del momento ;)

Pero lo mejor de todo: cuando empezaba a anochecer y la arena se llenó de antorchas mientras una música genial sonaba de fondo (por cierto, el mogollón de gente del fondo están haciendo cola en la barra libre del bar). Después de estar bailando en la arena (recuerdo que si averiguo cómo colgar videos lo haré). La fiesta en la discoteca fue bastante animada:

Y para terminar una foto de una parte de los participantes:

Esto es solo una muestra, lo justo para dar envidia, pero de la sana! ;)

Cerrando una ventana para abrir una puerta.

Sé que hay que saber pasar página ante las diferentes etapas de la vida. Pero una cosa es la teoría y otra muy diferente la práctica. Porque eso de cerrar ciclos para dejar paso a los nuevos está muy bien, y yo estoy totalmente de acuerdo, pero muchas veces cuesta demasiado desprenderse de lo que tenemos enquistado por el simple hecho que nos ha acompañado durante mucho tiempo y ya nos hemos acostumbrado a cargarlo a nuestra espalda sin casi notar su peso. Sé que entre los que me rodean y me quieren hay los que piensan que soy valiente y que estoy dando un paso importante en mi vida, pero yo me siento pequeña como una hormiguita (aunque en el fondo les pueda dar la razón porque sé que me vendrá bien) pero me siento una hormiguita que como la del cuento es capaz de poquito a poco conseguir su objetivo. Y es que por fin he conseguido renunciar a la tranquilidad para enfrentarme a la incertidumbre, dejar atrás la planificación para dar paso a la improvisación, a tener que pasar una página escrita para encontrarme con una página en blanco que está esperandome a que me decida a dejar volar mi corazón y vuelque todos mis sueños (reales) en ella para poder seguirlos. Este nuevo ciclo coincide con mi próximo cumpleaños, el cambio de ciclo, y es que eso de cambiar de década puede hacer pensar, porque uno se da cuenta que la vida pasa más rápido de lo que quisieramos y que no vale la pena no disfrutarla al máximo por preocuparse de tonterías.

Para empezar con la nueva etapa había pensado dejar de escribir en el blog, pero luego he pensado el motivo por el que empecé a hacerlo, y el verdadero motivo es que siempre me ha gustado escribir, solo que había dejado de hacerlo, así que esto empezó siendo como el recuerdo de una afición. Con el tiempo se ha convertido en el reflejo de mi estado, aunque no de mi personalidad ya que leyendo ciertas cosas que he escrito no me he sentido identificada. Sé que con este post he conseguido desprenderme totalmente del caparazón y mostrarme simplemente como soy, una persona complicadamente sencilla ;) Por eso no voy a dejar de escribir, porque es algo que me gusta, sólo que intentaré reflejar el paso de página, poniendo a trabajar la neuronilla y no dejándome caer en la melancolía o en el intimismo. El post de hoy lo he titulado cerrando una ventana para abrir una puerta, porque creo que es lo que estoy haciendo, estoy cerrando una ventana para poder abrir esa gran puerta y sé que sólo yo puedo abrirla. Así que empezaré por dirigirme hacia ella, porque las cosas hay que hacerlas paso a paso y empezando por el principio.

Gracias a los que me habeis seguido, a los que me habeis apoyado y a todos los que en algún momento os habeis pasado por aquí compartiendo este pequeño espacio tan personal y a los que me acompañareis a partir de ahora ;)

Te ofrezco...

El post de hoy es más largo de lo habitual y más profundo de lo normal. Es un texto que me ha mandado S, ella me ha pedido que lo colgara ya que anoche mientras lo leía se acordó de mí y de mi situación (o al revés, no me acuerdo ;)), así que lo prometido es deuda:

"Te ofrezco como don la visión del sendero que conduce hacia la quietud del corazón. La visión del camino que pocas veces suelen escoger los hombres porque este sendero atraviesa el desierto y se desliza entre su arena silenciosa y cegada por el Sol, encontrando la soledad. El sendero, ese pequeño camino que conduce hasta la quietud del corazón, es el del valor; el valor de poder tener que enfrentarse al miedo de encontrarse a solas ocn los propios pensamientos, con las propias debilidades, con los propios límites.

En la amplitud del desierto, su presencia es como un sonido ensordecedor realmente difícil de soportar... Pero el sendero prosigue y llega hasta la cima de la Montaña Sagrada que empequeñece y aleja todo cuanto está allá abajo. La tranquilidad de ese lugar mitiga el sufrimiento experimentado y, poco a poco, alivia también los recuerdos del pasado. Ésta es la forma en la que el corazón del hombre que ha logrado aventurarse hasta allí podrá recibir y acoger esa quietud. Y su espíritu podrá escuchar la llamada del halcón que se pierde en ecos lejanos y esos ojos que seguirán su curso por los espacios infinitos del cielo poseerán la serena mirada de un ser de Paz.

A lo largo del camino de nuestra vida podemos encontrarnos ante situaciones difíciles que parecen poner en peligro la seguridad que hemos creado a nuestro alrededor. En estas circunstancias todo aquello que concierne a nuestro mundo interior es puesto a prueba, como en un examen en el que es importante verificar si aquello que hemos aprendido es una verdadera conquista del Espíritu. En esos momentos siempre se nos impone, o mejor dicho, se nos propone una elección... Y cuanto más sentimos que sufre nuestro corazón, más difícil nos resulta elegir. Cada vez que no logramos comprender y aceptar la inevitable renuncia que requiere cualquier elección, experimentamos un enorme sufrimiento. Es entonces cuando nos sentimos solos puesto que tomamos conciencia de que, de hecho, nosotros somos los únicos protagonistas de nuestra propia vida, así como del papel que de vez en cuando nos toca interpretar. Cuántas veces la angustia que nos proporciona ese sentimiento de soledad hace que afloren nuestros miedos por no lograr el éxito, por no hacer lo indicado. O qué fácil nos parece huir involucrándonos en los quehaceres cotidianos, en el caótico flujo que por unos momentos nos distrae con su rumor, impidiéndonos escuchar aquello que hacemos con nuestro propio tormento, con nuestra ansiedad. Pero lo que nos proponemos a nosotros mismos es un juego desleal... Dejamos que la mente seduzca al corazón, dejamos que lo habitúe a unas costumbres realmente inútiles, a unas necesidades suprefluas; permitimos que lo llene de palabras vacías, de pensamientos retorcidos y de falsos sentimientos y que, finalmente, nos impida escuchar su voz... Esa sutil voz que tan sólo podemos escuchar en el silencio y que conoce la respuesta; que puede hablarnos del valor, de la fuerza, de la capacidad de superar las dificultades del desierto..., de la posibilidad de "enfrentarnos" a nosotros mismos, porque este es el viaje que hemos emprendido y la soledad, que tanto miedo nos da, no es más que un engaño de la mente.

Si vamos paso a paso, nos daremos cuenta de lo fácil que resulta llegar a comprendernos a nosotros mismos, guiándonos con Amor e incitándonos a proseguir el camino, sin perdernos nunca de vista, sin olvidarnos jamás de nosotros mismos y así, cada vez que debamos enfrentarnos a una difícil elección, seremos capaces de actuar uniendo el sentimiento a la razón y obtendremos como respuesta la tranquilidad de la mente y la Paz del Corazón."

Miedo.

Tal vez no sea tan valiente como aparento, o sí.

Tal vez no sea tan fuerte como parece, o sí.

Tal vez no sea tan segura como los demás, o sí.

Tal vez no sea tan madura como debería, o sí.

Tal vez no sea tan immadura como represento, o sí.

Tal vez no me conozca como me gustaría, o sí.

Tal vez no deba pensar tanto, o sí.

Tal vez no consiga desprenderme nunca del caparazón protector, o tal vez ya me he desprendido de él.

Tal vez no deba pensar tanto, o sí.

Pero lo que sí es cierto es que tengo miedo de que el camino hacia lo que yo deseo separe nuestros destinos. Es la tristeza que me invade el alma, pensar que existe esa posibilidad, por muy remota y pequeña que sea. Porque me gustaría envejecer feliz junto a ti.

Pero como no poseo la bola de cristal que me desvele todos los secretos de mi vida futura sólo me queda enfrentarme a mis miedos y dejar que el tiempo marque mi camino.

Te quiero.

Ciclos vitales.

Casi a punto de cerrar un ciclo vital estoy inmersa en tal enorme cantidad de cambios que solo con pensarlo me da vértigo y me siento cansada. Supongo que esto es normal, y como dice S (alias la floripí ;)) la vida son cambios y el secreto está en saber adaptarse a ellos (bueno, primero hay que planificar bien lo que uno quiere y luego ir a por ello pero de manera coherente). El secreto está en adaptarse a los cambios,... bonita frase y qué fácil que parece. Lo cierto es que a mi siempre me han asustado (por no decir una palabra más seria, hombrepordios que es un blog) y sé que ahora me enfrento a un cambio importante y serio a la par que necesario como es vivir sola una temporadita. Algo que nunca he hecho en toda mi vida. En el fondo siempre me he negado a valorar mis posibilidades y he dudado de ellas, pero ahora ha llegado el momento de enfrentarme a todos mis temores (porque nadie se ha muerto por vivir solo una temporadita) y salir vencedora de ellos. Esta mañana hablaba con P (mi niña mañica ;)) y me ha dicho que aunque lo pase mal ella sabe que me vendrá bien y que después de esto no habrá quien me sople. Curioso pero cierto, y aunque nos conocemos de hace relativamente poco tenemos una especie de conexión bastante extraña pero efectiva y podemos sentir lo que la otra sin decir muchas palabras (igual es por las circunstancias en que nos conocimos o tal vez sea que "la secta" es efectiva y conectamos al darnos cuenta que en el fondo somos muy parecidas y rápidamente nos identificamos la una con la otra).

Cambiando totalmente de tema sé que prometí las fotos del finde surfero, y estoy en ello, las tengo maquetadas y a punto de subirlas al servidor, pero la conexión no me deja, desconozco el motivo pero supongo que ahora tardaré unos días en poderlas colgar porque estaré desconectada (suerte que esto lo hago desde el trabajo ops, yo no he dicho nada que luego todo se sabe ;))

Vampiros.

Los vampiros son esos capaces de dejarte sin una gota de sangre que salen en las películas de miedo y que sólo hay manera de vencerlos con los ajos y la estaca de plata clavada en el corazón. Pero también hay otro tipo de vampiros y son los vampiros emocionales, más abundantes de lo que nos pensamos. Son las típicas personas que te cargan con sus problemas y antes que puedas reaccionar notas que te han absorvido toda tu energía. Te han dejado incapaces de reaccionar y sin ganas de hacer nada más que quedarte un rato sentada sin hacer ni pensar en nada porque ni para pensar tienes fuerzas. No voy a decir nombres, porque no me refiero a quien seguro que pensais, pero sí que me gustaría dejar constancia que me estoy cansando de este tipo de personas. Perdón, rectifico, más que de estas personas de lo que me estoy cansando es de mi actitud ante ellas: intento hacerles ver que se equivocan, les ofrezco otro punto de vista de las cosas y al final ofrezco tanto y recibo tan poco que ese vacio me rompe por dentro y me deja tocada hasta que yo consigo reponerme. Confieso que en algun momento yo soy de esas personas también (de las que van hundidas en su propio barro y no hay manera de que se den cuenta que por ir todo el día llorando no consiguen nada) pero ya me he cansado de intentar ofrecer siempre lo que puedo cuando yo no recibo lo mismo. Así que a partir de ahora me concedo el derecho a pataleta y digo que estoy cansada de que los demás acudan a mí con sus historias y quedarme pensando ¿y a mí quién me escucha?

Porque o reacciono o al final me van a dejar hasta sin energías ni para respirar, así que a chupar energía a otro que yo ya estoy cansada y necesito toda mi energía de ahora en adelante! ;)

(Y no seamos malpensados que he dicho a chupar energía, si es que hay que ver, o se dice todo o ya le estamos dando la vuelta a las cosas! ;P)

Finde surfero.

Ya es viernes, estamos a las puertas del próximo finde. Lástima que me toque currar mañana por la mañana, pero en cuanto sea la hora de cerrar (vamos, que si puedo chapo un ratito antes, siempre que el jefe no se entere) nos pillamos el coche y nos vamos a la Costa Brava, a un pueblecito donde este finde hacen la Surf Alegre, entiendase como una especie de campeonato surfero, donde van todos los windsurferos a demostrar sus habilidades.

Yo me enteré el año pasado de este acontecimiento por una amiga, así que en cuanto se lo dije a S ella se apuntó y arrastró consigo a M a un finde desenfrenado de recrear la vista, fiesta, barbacoa y sobretodo viento, porque otras cosas faltaron pero lo que es viento para nada, la tramuntana hizo su acto de presencia y casi nos vemos arrastradas por un remolino al país de nunca jamás o nos juntamos con el Mago de Oz (es que no recuerdo cómo se llamaba la niña protagonista del cuento). Todavía recuerdo a S suspirando por la mañana porque el aire nos doblaba la tienda, y a M levantando la pierna para evitar que el techo de la tienda nos dejara sepultadas bajo la lona azul. Pero lo más emocionante fue cuando después de la barbacoa en la playa, eso sí que fue una gozada, la playa iluminada con antorchas, la luz de la luna y las estrellas (porque con tanto viento no había ni una tristecilla nube) y la música, comiendo como salvajes con los dedos, vale, confieso que teníamos cubiertos, si es que estaba todo muy bien organizado, pero los cubiertos de plástico como que no van muy bien terminamos todos con los dedos a mordisco limpio. Y las visitas a la barra de las bebidas (aquí no entraré en detalles ;)) contribuyeron a una alegría bastante general que dejamos en libertad en la fiesta posterior. Curioso como a las tres de la madrugada aproximadamente vimos como los surferos que durante el día no habían podido salir por falta de viento se percataron de que hacía un tiempo genial para practicar un poco bajo la luz de la luna, así que los oíamos a todos correr por el camping buscando sus velas y sus tablas para practicar un poco. El viento fue en aumento hasta que el domingo por la mañana era imposible estar en la playa sin que la arena te hiciera algo parecido a una tortura china.

Este año ya me han dicho que la previsión de viento es nula, así que posiblemente el sabado se estará bien, pero viendo la experiencia del año pasado seguro que por la noche se empieza a animar y el domingo no se puede ni estar en la playa. Suerte que hemos reservado bungalows en el camping de al lado, así que este año aunque venga el mísmisimo huracán tropical en persona no nos enteraremos y podremos dormir tranquilamente.

Prometo llevarme la camara de fotos y la semana que viene colgar alguna foto de los acontecimientos del finde. ;)

Cuento popular.

Hoy aunque ya sé que no es mi estilo, voy a copiar un relato de la tradición judia que ha llegado hasta mis manos:

"Un día el burro de un campesino se cayó en un pozo. el animal relinchó por horas mientras el campesino trataba de buscar la forma de ayudarle pero finalmente decidió que el burro ya estaba viejo y el pozo necesitaba ser tapado con urgencia, así que echando tierra podría solucionar los dos problemas a la vez.

Con ese fin pidió ayuda a sus vecinos. Cada uno tomó una pala y empezaron a echar tierra al interior del pozo. El burro al notar lo que se le venía encima empezó a relinchar con más fuerza pero después de un rato se aquietó. La gente no lo veía y pensaba que habría quedado enterrado pero lo que realmente sucedía era que el burro estaba ocupándose de sacudirse la tierra que le arrojaban con cada palada.

Al poco tiempo, para sorpresa de todos, empezaron a verse las orejas del asno que, apoyándose en la tierra que se sacudía y caía al suelo, estaba logrando elevarse. Cuando llegó a la altura de la boca del pozo, dando un salto, salió corriendo alegremente dejando boquiabiertos a sus supuestos enterradores."

Después de esta historia no voy a hacer ningún comentario, ni ninguna parrafada tipo moraleja o confesión o algo parecido, sólo me apetecía dejarlo por escrito. Y pido disculpas por si ha quedado un post demasiado endulzado o demasiado intimista (por lo que haya podido decir sin haberlo dicho).