miércoles, junio 01, 2005

Cuento popular.

Hoy aunque ya sé que no es mi estilo, voy a copiar un relato de la tradición judia que ha llegado hasta mis manos:
"Un día el burro de un campesino se cayó en un pozo. el animal relinchó por horas mientras el campesino trataba de buscar la forma de ayudarle pero finalmente decidió que el burro ya estaba viejo y el pozo necesitaba ser tapado con urgencia, así que echando tierra podría solucionar los dos problemas a la vez.
Con ese fin pidió ayuda a sus vecinos. Cada uno tomó una pala y empezaron a echar tierra al interior del pozo. El burro al notar lo que se le venía encima empezó a relinchar con más fuerza pero después de un rato se aquietó. La gente no lo veía y pensaba que habría quedado enterrado pero lo que realmente sucedía era que el burro estaba ocupándose de sacudirse la tierra que le arrojaban con cada palada.
Al poco tiempo, para sorpresa de todos, empezaron a verse las orejas del asno que, apoyándose en la tierra que se sacudía y caía al suelo, estaba logrando elevarse. Cuando llegó a la altura de la boca del pozo, dando un salto, salió corriendo alegremente dejando boquiabiertos a sus supuestos enterradores."

Después de esta historia no voy a hacer ningún comentario, ni ninguna parrafada tipo moraleja o confesión o algo parecido, sólo me apetecía dejarlo por escrito. Y pido disculpas por si ha quedado un post demasiado endulzado o demasiado intimista (por lo que haya podido decir sin haberlo dicho).

2 comentarios:

dwalks dijo...

a mi me ha gustado, superafvor de los animales tomando decisiones, siempre

Puri dijo...

yo creo que me quedo con la comparación de que en el fondo somos como animales, aunque eso tenía un nombre, era personificación? ;)